«Les doy todas las plantas de la tierra que producen semilla, y todos los árboles que dan fruto. Todo eso les servirá de alimento» (Génesis 1: 29).
En el tercer día de la creación, Dios hizo la tierra y las plantas. También creó una manera de hacer muchas plantas. Permitió que las plantas produjeran semillas. Dijo: «Cada semilla producirá más plantas de su misma clase».
Una planta de tomate produce semillas de tomate. [Corte un tomate y observen las semillas.] Un árbol de manzana produce semillas de manzana. [Corte una manzana y observen las semillas.] Cada planta produce semillas que crecerán y se convertirán en la misma dase de planta. Si plantamos semillas de manzana, ¿qué planta crecerá?
Dentro de cada semilla hay una planta bebé esperando crecer.
Mira este cacahuate (maní). Dentro tiene una semilla que nos gusta comer. Si la abrimos, podremos ver la planta bebé que está adentro. [Separe las dos mitades del maní para que pueda observar la plantita («yemita»)]. Esta es la planta bebé, y el resto de la semilla es el alimento para cuando la planta bebé comience a crecer. [Esto demostración es aun mejor con un frijol seco puesto a remojar durante la noche.]
Cuando Dios hizo las plantas, también hizo las semillas.
Querido Dios, gracias por hacer las semillas. Amén.
Materiales: Un tomate, una manzana y un cacahuate (maní).
Actividad: Observar semillas.
Tomado de: Lecturas devocionales para los más pequeños 2014
«¿Qué dice Jesús?»
Rosanne C. Tetz