«La gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús».
1 Timoteo 1: 14
Tenemos el privilegio de crecer siempre en la gracia, avanzando en el conocimiento del amor de Dios, si conservamos la dulce comunión con Cristo, de la cual podemos disfrutar. Con la sencillez de una fe humilde pidamos al Señor que abra nuestro entendimiento, para que podamos discernir y apreciar las preciosas cosas que hay en su Palabra. Así creceremos en la gracia, creceremos en una fe sencilla y confiada.
Asegurémonos de que nuestra vida espiritual no se empobrece, no se enferma y no se hace ineficaz. Hay muchos que necesitan las palabras y el ejemplo de un cristiano. La debilidad y la indecisión provocan los asaltos del enemigo, y cualquiera que deja de crecer espiritualmente en el conocimiento de la verdad y de la justicia, con frecuencia será vencido por el enemigo.— Nuestra elevada vocación, 30 de septiembre, p. 281.
La fe genuina siempre obra por el amor. Cuando contemplamos el Calvario no debemos hacerlo para tranquilizar nuestras almas en el no cumplimiento del deber, ni prepararnos para dormir, sino para crear fe en Jesús, fe que ha de obrar purificando el alma del cieno del egoísmo. Cuando nos aferramos de Cristo por fe, nuestra obra recién comienza. Todo ser humano tiene hábitos corrompidos y pecaminosos que deben ser vencidos por medio de una lucha vigorosa. A cada alma se le requiere que libre el combate de la fe. Si alguien es seguidor de Cristo no puede usar un lenguaje áspero. No puede estar lleno de pomposidad y estima propia. No puede ser despótico ni usar palabras de censura y de condenación. Comentario Biblico Adventisita, t 6 pg.1111.
Que la fe, como la palmera, hinque sus raíces por debajo de las cosas aparentes y obtenga alimento espiritual de las fuentes vivas de la gracia y la misericordia de Dios. Hay una corriente de agua que fluye hacia la vida eterna. Tomemos nuestra vida de esa fuente oculta. Y si nos despojamos de la soberbia y fortalecemos el alma por medio de la comunión constante con Dios, promoveremos la felicidad de todos aquellos que entren en contacto con nosotros. Nos apercibiremos del olvidado, informaremos al ignorante, alentaremos al oprimido y abatido y, en la medida de lo posible, aliviaremos al que sufre. Emprenderemos el camino hacia el cielo además de indicarlo.— Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 560.
CRECIENDO EN LA GRACIA
Tomado de: Lecturas Devocional Vespertino 2025
«La Maravillosa Gracia De Dios»
Por: Elena G. White
Colaboradores: José Sánchez y Silvia García