«Propuso a sus jefes y oficiales cegar las fuentes de agua que había fuera de la ciudad y ellos lo apoyaron»
2 Crónicas 32:3, BLPH.
Viendo Ezequías que Senaquerib, rey de Asiria, tenía planes de atacar la ciudad, sucedieron dos cosas que son claves para el éxito.
Clave N°2: Planificar. Establecer una línea de trabajo es importante si se quieren lograr resultados. Las improvisaciones no son buenas estrategias para el éxito, y Ezequías lo sabía muy bien. Su plan fue inhabilitar el cauce del agua de fuera de la ciudad, de manera que cuando Senaquerib sitiara Judá, no tuviera agua para abastecer a su gente ni a sus caballos. Harían llegar el agua dentro de la ciudad por medio de un túnel.
Los sucesos importantes de la vida, como el matrimonio, tener hijos o estudiar una carrera, hay que planificarlos; de lo contrario, tendremos matrimonios fallidos, hijos maleducados con problemas de personalidad y seremos profesionales poco competentes. Aunque es verdad que hay momentos de improvisación que salen bien, hacer un plan siempre será la mejor opción. No arriesgues, no dejes tu éxito al azar, planifica siempre. En el cielo se hizo el plan más perfecto, y fue hecho a favor de nosotros. Jesús lo llevó a cabo y lo cumplió al pie de la letra. No está de más decir que fue todo un éxito.
Clave N°3: Apoyar al líder. Al explicar Ezequías sus planes a sus jefes y a sus oficiales, ellos lo apoyaron. Al contrario de lo que sucedía en cierta congregación, donde había un miembro que únicamente echaba a andar los planes cuando él estaba a cargo, pero nunca cuando otro era el encargado. No apoyaba los planes que la iglesia lanzaba, no desempeñaba con sensatez el cargo que se le había asignado, y continuamente estaba causando problemas a la Junta directiva; además, lanzaba indirectas y críticas hacia las personas a cargo. ¿Eres como ese hermano o eres como los jefes y oficiales de Ezequías?
Tenemos que ser humildes para reconocer cuando otros proponen un plan mejor que el nuestro y cuando otros están a cargo de las iniciativas. Apoyarlos no nos hará débiles, sino todo lo contrario. Un buen plan para el equipo nos hace a todos ganadores cuando todos lo apoyamos. Empujar todos hacia el mismo lado es la mejor manera de avanzar. El plan del enemigo es hacernos trabajar divididos, pues sabe que, de esa manera, nos estancaremos. Donde no hay unidad, no hay éxito.
Posdata: Feliz al planificar y al apoyar.
Lecturas Devocionales para Damas 2025
“MÁS FELIZ EN CRISTO»
Por: Sayli Lucía Guardado Chan
Colaboradores: Milenia de la Rosa y Silvia García
