lunes , 13 octubre 2025
Inicio Matinal de Damas 2025 «EL PROBLEMA DE DOÑA IZQUIERDA»
Matinal de Damas 2025

«EL PROBLEMA DE DOÑA IZQUIERDA»

«Cuando tú des limosna, asegúrate de que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha»

Mateo 6:3, RVC.

En cumplimiento del mandato de no publicar sus buenas acciones (ver Mateo 6: 2), «doña Derecha» se concentró en vivir un cristianismo activo. Ella ayudaba a una familia de escasos recursos con la colegiatura de su hija. También invitaba a comer a aquellos que llegaban cada sábado a la iglesia como visita. De vez en cuando iba al hospital a orar por los enfermos y darles palabras de ánimo. En una ocasión, vio a una mujer indigente y le regaló un cobertor. Pero, de todo eso, «doña Izquierda» no sabía nada.

Cierto día, «doña Izquierda» dijo que no estaba bien que «doña Derecha» no estuviera haciendo nada. «Que yo sepa» expresó, «nunca hace obra misionera ni ayuda a los necesitados». Ese era el problema, ique ella no sabía! Como «doña Derecha» no estaba obligada a dar informes de cuánto bien hacía, «doña Izquierda» la estaba juzgando mal.

Llegó el tiempo de que ambas recibieran el pago por su desempeño en la tierra, y «doña Derecha», que ya era un poco anciana, fue llamada primero. El Juez le dijo: «Por cuanto me cuidaste, me visitaste, me invitaste a comer y me diste agua, heredarás la tierra que para ti he preparado». <<¡¿Cómo?!>>, exclamó «doña Derecha», «¿cuándo hice yo eso por tí?>>. A lo que el Juez le respondió que cuando lo había hecho por sus semejantes. Cuán feliz estaba «doña Derecha» con tan maravillosa noticia.

Llegó el turno de «doña Izquierda», y el juez le dijo: «Tú no puedes heredar lo que te preparé porque, cuando me viste, nunca hiciste nada por mí». «Pero ¿cuándo te vi?>>, rezongó «doña Izquierda», indignada. A lo que el Juez respondió: «Por cuanto no lo hiciste ni a uno de mis hermanos más pequeños, a mí tampoco me lo hiciste» (ver Mateo 25: 31-46).

Aunque esta es apenas una paráfrasis muy libre del relato bíblico, me resulta una manera práctica de explicar cuál fue el problema de «doña Izquierda»: nunca pudo ver la necesidad de su prójimo para saciarlo como si se tratara de Jesús mismo. En lugar de eso, se mantuvo viendo lo que hacía «doña Derecha». Generalmente, las «doñas Izquierdas» no accionan, porque solo son espectadoras. Tienen muchas palabras que aportar y estrategias de cómo hacer mejor las cosas, pero no las hacen, porque no entran al campo de batalla.

La buena noticia es que, si hoy somos como la mano izquierda, es un buen día para decidir cambiar de bando y entrar en acción.

Posdata: Feliz por ser como «doña Derecha».

Lecturas Devocionales para Damas 2025
“MÁS FELIZ EN CRISTO»
Por: Sayli Lucía Guardado Chan
Colaboradores: Milenia de la Rosa y Silvia García

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