«Cada uno ayuda a su prójimo, y dice a su hermano: Sé fuerte». Isaías 41:6.
El periódico anunció que vendría un período poco común de frío en la ciudad. Una iglesia decidió hacer una campaña de donación de frazadas para ayudar a las personas que no tenían ni siquiera una casa dónde vivir.
Luego, armaron grupos de voluntarios y prepararon camas dentro de la iglesia para recibir a las personas que lo necesitaran. Prepararon una olla con sopa, que también era una manera de invitar a las personas. Sonaba una canción que llenaba el lugar de versos que decían que no estamos solos porque Dios siempre está cuidándonos.
Se donaron cientos de prendas de ropa, frazadas y calzado. María decidió hacer su parte, así que se sumó a la campaña. Buscó negocios cerca de su casa que vendieran frazadas y les pidió donaciones a sus amigos y familiares.
Después de recolectar el dinero y comprar los elementos, llegó con timidez a la iglesia. Había conseguido 23 frazadas. Algunas personas ya estaban allí para tomar sopa y pasar esa noche fría en una cama caliente. Una señora que abrazaba un niño se acercó a ella:
—Qué frazada tan linda, querida!
María les entregó frazadas y sintió en su corazón el calor de compartir.
Mi oración: Querido Dios, quiero compartir mis dones, mi tiempo y mis buenas acciones con los demás.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Menores 2025.
“PALABRITAS DEL CORAZÓN”
Por: «SARAH SUZANE BERTOLLI & ROGERIO CHIMELLO »
Colaboradores: Liseth Orduz y Karla González