«Canten al Señor con gratitud; canten salmos a nuestro Dios al son del arpa» (Salmo 147:7).

Hoy quiero hablarles sobre un valor fundamental: la gratitud. Sí, sé que lo he mencionado unas cuantas veces en los últimos días, pero a veces olvidamos lo afortunados que somos y damos por sentadas muchas cosas que otros desearían tener. La gratitud nos permite apreciar lo que tenemos y nos ayuda a ser más felices.

Primero, reflexionemos sobre las pequeñas cosas. Aprecia el sol que brilla cada mañana, el aire que respiras y las personas que te rodean. A menudo, son estas pequeñas bendiciones las que dan color a la vida.

Recuerda también agradecer por las oportunidades que se te presentan. Ya sea un buen resultado en la escuela o la oportunidad de aprender algo nuevo, cada experiencia nos ayuda a crecer y a ser mejores personas.

Además, no olvides agradecer por las personas que te apoyan. Tus padres, familiares y amigos están dispuestos a ayudarte, y te brindan amor y apoyo incondicional. Valorarlos y expresarles tu agradecimiento fortalecerá esos vínculos especiales.

Ahora, echemos un vistazo a un versículo de la Biblia sobre la importancia de la gratitud. En 1 Tesalonicenses 5:18 leemos: «Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús». Este texto nos insta a ser agradecidos en toda circunstancia, recordando que todo lo que tenemos es un regalo de Dios.

La gratitud es una actitud poderosa que transforma nuestra perspectiva de la vida. Aprecia las pequeñas cosas, valora las oportunidades y ama a las personas que te rodean. Y recuerda siempre agradecer a Dios por todo lo que te ha dado.

Oración: Querido Dios, te pido que este día esté lleno de gratitud y bendiciones. Ayúdame a ser siempre agradecido. Amén.