«Las palabras suaves son un árbol de vida; la lengua engañosa destruye el espíritu». Proverbios 15:4.
Cuando Paloma se enojaba, su cara se ponía roja como un tomate. Perdía el control, comenzaba a decir palabras ofensivas y a revolcarse en el suelo. La gente a su alrededor observaba cómo la madre intentaba tranquilizar a la niña. En una ocasión, en el parque, Paloma quiso bajar primero por el tobogán.
—Ponte en la fila.
Estas palabras de una niña fueron suficientes para que Paloma comenzara a gritar y maldecir. La madre se acercó rápido para solucionar la situación. Pero antes de que pudiera hacer algo, la niña miró a Paloma a los ojos y le dijo:
—Todos queremos jugar aquí. iSé amable!
Paloma observó los rostros de los demás niños Algunos eran muy pequeños y todos esperaban su turno con tranquilidad. Le sorprendió que esos niños no le devolvieran las malas palabras.
La niña decidió respirar profundo y recordó una oración que su madre le había dicho. Bajó del tobogán y llegó hasta el final de la fila mientras pedía a nuestro Padre que está en el cielo que la cuidara y que trajera paz a su corazón. Tenía muchas ganas de aprender a usar palabras bonitas.
Mi oración: Señor, ayúdame a ser un niño que use las palabras para el bien.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Menores 2025.
“PALABRITAS DEL CORAZÓN”
Por: «SARAH SUZANE BERTOLLI & ROGERIO CHIMELLO »
Colaboradores: Liseth Orduz y Karla González
