«Elías le dijo Eliseo: «Dime qué puedo hacer por ti antes de ser llevado». Y Eliseo respondió: «Te pido que me permitas heredar una doble porción de tu espíritu y que llegue a ser tu sucesor»». 2 Reyes 2:9.
Eliseo caminaba junto a Elías. Cada día se asombraba más de la fe del profeta de Dios. Ambos eran líderes del pueblo y hombres de oración, así que tenían una gran responsabilidad.
El joven Eliseo descubrió que todas las historias que se escuchaban sobre Elías no revelaban claramente la nobleza del corazón del profeta. Después de todo, ¿qué otro hombre se atrevería a desafiar a los profetas del ídolo Baal? ¿Qué otro líder sería capaz de intentar aconsejar al malvado rey Acab? Elías se fortalecía en Dios y fue por él que hizo todo eso.
Elías sabía que sus minutos en la Tierra estaban contados, así que le preguntó a Eliseo qué era lo que más deseaba, qué necesitaba para tener su ministerio de liderazgo.
Eliseo pudo haber aprovechado esa oportunidad para pedir cualquier cosa, pero pidió algo especial: una doble porción de la fe, la valentía y el mismo espíritu qué había fortalecido a Elías.
¿Has visto alguna vez una fotocopiadora? Colocas un dibujo en un lado y unos segundos después aparece el mismo dibujo, replicado, del otro lado.
Sucedió algo así con Elías y Eliseo. Elías fue llevado al cielo en un carro de fuego y Eliseo se quedó aquí en la Tierra, como una copia de la fe, para seguir llevando el mensaje de esperanza y fortaleza a las personas.
Mi oración: Querido Padre, yo también quiero recibir una doble porción de fe y fuerza.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Menores 2025.
“PALABRITAS DEL CORAZÓN”
Por: «SARAH SUZANE BERTOLLI & ROGERIO CHIMELLO »
Colaboradores: Liseth Orduz y Karla González
