Lee Josué 3: 6-17. ¿Qué nos dice el milagroso cruce del Jordán acerca de la naturaleza del Dios a quien servimos?
Los escritores bíblicos sabían y atestiguaban que el Dios que creó el mundo nunca se vio limitado o constreñido por su creación. Nada es imposible (heb. «demasiado maravilloso») para él ( Jer. 32:17 ). Su nombre y su naturaleza son maravillosos ( Jue. 13: 18 ), y él está más allá de nuestra comprensión.
A diferencia de los dioses de las demás naciones, que no pueden salvar ( Sal. 96: 5, Isa. 44: 8 ), el Dios de la Biblia es un «Dios vivo» y activo, cuyos seguidores pueden confiar en él a la espera de sus intervenciones en favor de ellos.
El profeta Zacarías usó un término derivado de la misma raíz que nifla’ot cuando imaginó un futuro maravilloso para Israel tras el exilio babilónico. Vio que Jerusalén sería totalmente reconstruida, que habría ancianos sentados en las calles de la ciudad y niños jugando en ella. A los aparentemente incrédulos habitantes de la capital, que aún mostraban los signos de su destrucción, Zacarías declaró: «Así dice el Señor de los ejércitos: “Si en aquellos días esto parece muy difícil a los ojos del remanente de este pueblo, ¿será también muy difícil a mis ojos?” —declara el Señor de los ejércitos. Así dice el Señor de los ejércitos: “He aquí, salvaré a mi pueblo de la tierra del oriente y de la tierra donde se pone el sol; y los traeré y habitarán en medio de Jerusalén; y ellos serán mi pueblo y yo será su Dios en verdad y en justicia”» ( Zac. 8: 6-8, LBLA ).
Lee Lucas 18: 18-27. ¿De qué manera la respuesta de Jesús a sus discípulos te anima a confiar en Dios cuando te encuentras ante lo que parece imposible?
Lección de Escuela Sabática para Adultos 2025
4to. Trimestre 2025 «LECCIONES DE JOSÚE ACERCA DE LA FE»
Lección 3: «MONUMENTOS DE GRACIA»
Colaboradores: Esmeralda Bermudes y Karla González