Lee el texto de esta semana: Juan 4
Sentirse querido
Un viernes por la tarde, mi esposa, Kemba, recibió una invitación de su supervisora interina para reunirse por Zoom más tarde ese día. La reunión duró menos de cinco minutos. La nueva supervisora le dijo que su puesto iba a desaparecer, y que todo el equipo de Kemba pasaría a otros Departamentos. La carrera de nueve años de mi esposa en una empresa donde había demostrado un liderazgo estelar y había recibido varios premios terminó en menos de cinco minutos.
Como suele suceder, la historia esconde mucho más que lo que está a simple vista. La supervisora interina llevaba mucho tiempo sintiendo celos del éxito de Kemba. A menudo, había hablado mal de los logros del equipo de ella, e incluso se había atribuido el mérito del trabajo del equipo. Cuando el jefe del Departamento de mi esposa se fue y esta mujer se convirtió en supervisora interina, Kemba supo que se avecinaban problemas. Aunque lo esperaba, el hecho de que la despidieran fue devastador. A pesar de su excelente trabajo, ya no la querían.
Mientras lidiamos con el dolor de mi esposa, entregamos la situación completamente a Dios. Confiamos en que, si Dios permitía que aquella puerta se cerrara, abriría una mejor. Unas semanas más tarde, un amigo animó a Kemba a postularse para ser directora financiera de la empresa en la que había trabajado. Así lo hizo, y después de varias entrevistas, fue elegida entre un grupo de excelentes candidatos. Vieron en ella una combinación única de experiencia, capacidades y temperamento, por lo que consideraron que sería perfecta para el puesto. Se sentía tan bien que la quisieran para ese trabajo y no que simplemente la toleraran…
En la historia bíblica en la que nos centraremos en el estudio de esta semana, Jesús hace una declaración sorprendente: Dios está buscando a un grupo especial de personas. Muchos dicen adorarle, pero él busca verdaderos adoradores, aquellos que lo adoren en espíritu y en verdad (ver Juan 4: 23-24). Se siente bien que Dios te quiera, ¿no es así? Esta semana veremos que la manera en la que adoramos a Dios es de infinita importancia para él.
- Escribe Juan 4: 16 al 26 usando la versión de la Biblia que prefieras.
- Si tienes poco tiempo, escribe los versículos 23 y 24.
- También puedes reescribir el pasaje con tus propias palabras, hacer un bosquejo o un mapa conceptual del capítulo.
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2025.
2do trimestre 2025 «DE VUELTA AL ALTAR»
Lección #07 «VERDADEROS ADORADORES»
Colaboradores: Felipe Torres y Adriana Jiménez