« Al unirse a Cristo en el bautismo, han quedado revestidos de Cristo» Gálatas 3: 27.
Antonio Stradivarius fue un lutier italiano de finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII. La versión latina de su apellido, Stradivarius, se ha convertido en sinónimo de una calidad insuperable en lo que respecta a instrumentos de cuerda, especialmente los violines.
A lo ‘largo de los años, numerosos fabricantes han intentado. replicar el tono distintivo de sus violines mediante diversos métodos para secar y templar la misma madera utilizada por Stradivarius, pero hasta ahora, ninguno ha logrado igualar su éxito. Pareciera que Antonio Stradivarius empleaba algún método secreto en la fabricación de sus violines.
En 1983;- Joseph Nagyvary encontró en la madera de un Stradivarius restos de un hongo que no aparecía en ninguna de las imitaciones. Al identificarla especie de hongo, el científico descubrió que era un hongo acuático. Eso apuntó a que la madera usada por Stradivarius había estado en el agua durante un tiempo.
Al revisar los registros de embarque de la época en que Stradivarius hacía sus violines en Cremona, Italia, Nagyvary descubrió que con frecuencia se hacían flotar remesas de troncos por un río, desde los Alpes hasta Cremona. Nagyvary también descubrió que; los hongos que crecían en la madera se comían una substancia resinosa que se encontraba en ella. Eso dejaba la madera más liviana y con mayor potencial de vibración. Para verificar su teoría, Nagyvary fabricó violines con troncos que contenían este hongo, y los violinistas profesionales que los han tocado no han detectado diferencia alguna entre un violín de Nagyvary y un Stradivarius. El secreto de Antonio Stradivarius era que usaba madera «bautizada».
Algo parecido sucede cuando le entregamos nuestra vida a Jesús y somos bautizados. Hay en el corazón de cada ser humano una «resina» llamada pecado que solo el Espíritu Santo puede eliminar. En Romanos 6, Pablo señala que, cuando somos bautizados, quedamos «unidos a Cristo Jesús» (vers. 3), eso significa que «al ser bautizados, morimos y somos sepultados con él; pero morimos para nacer a una vida totalmente diferente» (vers. 4, TLA). Ahora estamos «revestidos de Cristo», buscamos «las cosas del cie10» (Colosenses: 3: 4)y podemos decir, como Pablo: «Ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien, vive en mi (Gálatas 2:20).
Como un Stradivarius, el nuevo puede falsificar usando medios humanos; solo el nuevo nacimiento puede cambiar tu vida y convertirte en un instrumento que produzca la música que Dios desea escucharen ti..
Tomado de: Lecturas Devocionales para Jóvenes 2025
«HOY ES TENDENCIA»
POR: JORGE L.RODRÍGUEZ
Colaboradores: Isaí Cedano y Karla González