«Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe. Esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios» (Efesios 2:8).
James, un joven canadiense, compartió conmigo su conmovedora historia durante un evento juvenil. Su lucha contra la adicción al alcohol había marcado profundamente su vida, y lo había llevado por un camino oscuro y solitario.
La historia de James comenzó en su adolescencia, cuando el alcohol se convirtió en un refugio a causa de sus problemas y ansiedades. Con el tiempo, esta dependencia fue consumiendo cada aspecto de su vida, y terminó afectando sus relaciones, su educación y su salud. Se sentía atrapado en un ciclo del cual no podía escapar, y cada intento por liberarse parecía inútil.
Un día, James asistió a uno de mis sermones, invitado por un amigo. Al principio se mostró escéptico, pero algo en mis palabras resonó en su corazón herido. Cuando hice un flamado al frente, algo dentro de él lo impulsó a responder. Con lágrimas en los ojos se acercó, y compartió su dolorosa batalla conmigo. Oré con él, pidiendo la intervención divina en su vida, la fortaleza para superar su adicción y la paz que solo Dios puede brindar.
En los meses siguientes James experimentó una transformación notable. A través de la fe, la oración y el apoyo de una comunidad solidaria, comenzó a liberarse de las cadenas del alcoholismo. En sus propias palabras, fue la gracia de Dios la que le otorgó la fuerza para luchar contra su adicción, Día tras día, su dependencia al alcohol disminuía, y su espíritu se fortalecía.
Hoy, james vive libre en jesús. Su historia es un testimonio de la fuerza redentora del amor y la misericordia de Dios. A lo largo de su viaje, James encontró no solo la liberación de su adicción, sino también un propósito y una pasión renovada por la vida. Su experiencia sirve como una fuente de inspiración y esperanza para aquellos que enfrentan lucha; similarêS;y demuestra que, con fey determinación, la transformación
Oración: Padre celestial, te agradezco por tu gracia inmerecida cada que me salva y transforma mi vida.
Tomado de: Lecturas Devocionales de Adolescentes 2025
“MEGAVALIOSOS»
Por: Andrés J. Peralta
Colaboradores: Jhygceli Dávila y Adriana Jiménez