«Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman».
Santiago 1: 12
Las potestades de las tinieblas rodean el alma y ocultan a Jesús de nuestra vista, y a veces no podemos hacer otra cosa sino esperar entristecidos y asombrados hasta que pase la nube. A veces estos momentos son terribles. Parece faltar la esperanza, y la desesperación se apodera de nosotros. En estas horas angustiosas debemos aprender a confiar, a depender únicamente de los méritos de la expiación, y en toda nuestra impotente indignidad fiar enteramente en los méritos del Salvador crucificado y resucitado. Nunca pereceremos mientras hagamos esto, nunca. Cuando la luz resplandece sobre nuestra senda, no es difícil ser fuertes con el poder de la gracia. Pero para aguardar con paciencia y esperanza cuando las nubes nos rodean y todo está oscuro, se requiere. una fey una sumisión que una nuestra voluntad con la de Dios. Nos desalentamos demasiado pronto, y pedimos ardientemente que la prueba sea apartada de nosotros, cuando debiéramos pedir paciencia para soportarla y gracia para vencerla.— Testimonios para la Iglesia, t. 1 , p. 279.
Los que se convierten a Dios de corazón, mente y espíritu, encontrarán en él apacible seguridad. Dios conoce exactamente lo que necesitamos y lo que podemos soportar, y nos proporcionará gracia para soportar toda prueba que nos sobrevenga. Mi constante plegaria es que nos acerquemos más al Señor;— Hijos e hijas de Dios, 13 de enero, p. 21.
En su gran amor, Dios procura desarrollaren nosotros las gracias preciadas de su Espíritu. Permite que tengamos que enfrentar obstáculos, persecuciones y opresión; pero no como una maldición, sino como la bendición más grande de nuestra vida. Cada tentación resistida, cada aflicción sobrellevada valientemente, nos da nueva experiencia y nos hace progresar en la tarea de edificar nuestro carácter. El alma que resiste la tentación mediante el poder divino revela al mundo y al universo celestial la eficacia de la gracia de Cristo.— El discurso maestro de Jesucristo, cap. 5, p. 178.
Los que dedican su vida a ser dirigidos por Dios y a servirle, no se verán jamás en situación para la cual él no haya provisto el remedio. Cualquiera que sea nuestra condición, si somos hacedores de su Palabra, tenemos un Guía que nos señalará el camino; cualquiera que sea nuestra preocupación, tenemos un buen Consejero; cualquiera que sea nuestra perplejidad, nuestro pesar, luto o soledad, tenemos un Amigo que se identifica con nosotros.— El ministerio de curación, cap. 18, pp. 164, 165.
EL PROPOSITO DE GRACIA
Tomado de: Lecturas Devocional Vespertino 2025
«La Maravillosa Gracia De Dios»
Por: Elena G. White
Colaboradores: José Sánchez y Silvia García