« A pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó». Romanos 8:87.
Ey, Gabriel, ¿por qué estás usando esos botines?
-¡Ni siquiera sabes jugar al fútbol!
Pablito y Juan siguieron comentando a gritos, en la cancha de la escuela, cómo el compañero no debía jugar, ya que solo hacía que el equipo perdiera.
Gabriel sintió las manos transpiradas. Estaba triste y, al mismo tiempo, enojado por esa situación. Sentía que los compañeros tenían razón. ¿Por qué seguir tratando de jugar? A duras penas conseguía patear bien. Incluso ante esas ofensas, el muchacho trataba a los compañeros con educación y respeto.
Cuando se sentó en el banco, el maestro Julio lo llamó:
—¡Ven aquí a jugar al metegol, Gabriel!
Otros niños que estaban sentados también fueron a jugar. Enseguida, un grupo de curiosos también se acercó. Gabriel no tenía tantas habilidades con el fútbol, pero en ese juego de mesa sí que se estaba destacando. ¡Ganaba prácticamente todos los partidos!
—Vengan aquí, Pablo y Juan. ¡Puedo enseñarles!
Esa tarde, Gabriel aprendió que cada persona tiene sus habilidades. Además, reconoció que Dios nos enseña, incluso con los fracasos, que podemos tener otros talentos.
Mi oración: Señor, cuando fracase, sé que puedo contar contigo.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Menores 2025.
“PALABRITAS DEL CORAZÓN”
Por: «SARAH SUZANE BERTOLLI & ROGERIO CHIMELLO »
Colaboradores: Liseth Orduz y Karla González