«Temo que, así como la serpiente engañó con su astucia a Eva, también ustedes se dejen engañar, y que sus pensamientos se aparten de la actitud sincera y pura hacia Cristo»
2 Corintios 11: 3.
En la mitología griega encontramos la historia de Penélope, esposa de Odiseo, rey de Ítaca, y que ha sido incluida en los libros de mujeres históricas debido a su fidelidad. Por una razón desconocida, el esposo de esta mujer hizo un viaje largo fuera de su reino y esto dio lugar a que varios hombres se convirtieran en pretendientes de Penélope. La reina era continuamente presionada para que eligiera a un nuevo esposo. Cansada de la situación, prometió que, al terminar una prenda que estaba tejiendo, decidiría quién sería su nuevo esposo, el que se convertiría en rey. De día se dedicó a tejer y de noche a deshilvanar lo que había tejido. Así pasó varios años hasta que su amado esposo regresó a tiempo para vivir con su fiel esposa. Qué astucia, ¿verdad?
Nuestro amado Jesús se ha ido a su reino en los cielos, donde nos está preparando un lugar en el que podremos vivir cuando regrese por nosotros. Sin embargo, parece que la demora ha hecho que muchas personas se olviden de él, e inclusive que no crean ya que va a regresar. Como consecuencia, han buscado otros amores y otros reyes para sus vidas.
¿Qué es lo que había en Penélope que la hizo idear lo que fuera con tal de ser fiel a su marido? El amor por él y la confianza en que regresaría. Actualmente hay un adversario que presenta delante de nosotros atractivos candidatos para que traicionemos a nuestro amado Jesús. Estos son presentados en forma de brillantes empleos, clases en sábado, nuevas religiones, convenientes amistades, etcétera. El apóstol Pablo estaba realmente preocupado por que los corintios mantuvieran su fidelidad a Cristo ante los intentos de engaño de sus sentidos. Esa preocupación se extiende hasta nuestros días.
La buena noticia es que solo necesitamos dos cosas para permanecer fieles: amor y fe. Amor a Jesús y fe en que regresará a buscarnos. No importa cuán brillantes sean las ofertas del enemigo, si amamos a Dios y confiamos en su promesa, nada podrá separarnos de él. Si en verdad quieres, busca la estrategia para mantenerte fiel hasta el encuentro con el Esposo. No hay excusas.
Posdata: Feliz al confiar en su regreso.
Jaime Maristany, Mujeres en la historia (Madrid: Unitexto Digital Publishing, 2011), pp. 50-51.
Lecturas Devocionales para Damas 2025
“MÁS FELIZ EN CRISTO»
Por: Sayli Lucía Guardado Chan
Colaboradores: Milenia de la Rosa y Silvia García