« Y no se olviden de hacer el bien ni de compartir lo que tienen con quienes pasan necesidad. Estos son los sacrificios que le agradan a Dios». Hebreos 13.16.
-Juan Pedro es hora de entrar.
Los otros muchachos detuvieron la pelota, y allá se fue el niño, refunfuñando, mientras subía las escaleras del edificio. Entro pisando fuerte y cerro de golpe la puerta. Desde su habitación a los otros chicos jugar. Estaba muy molesto.
La mamá abrió la puerta y le dijo cuales eran las tareas del día: arreglar la habitación y doblar las toallas.
Todos los días era así. En el mejor momento del juego, tenia que subir para hacer sus actividades. Se fue a quejarse a su hermano mayor.
-¿ Y por que no hablas con mamá?
¿Cómo no había pensado en eso? Decidió entonces charlar. Al final enojarse no soluciona nada.
-Hijito, solo tienes que hacer tus tareas antes de bajar. Cumples con eso y bajas un poco después. No hay problema.
«Charlar es siempre la manera mas fácil de solucionar las cosas» era lo que la maestra de Juan Pedo siempre decía. Ahora, lo había comprobado.
-¿Entonces puedo bajar después de hacer todo ?
-Ah, hoy ya jugaste picaron. Pero mañana, si; ¡estamos de acuerdo! Y la mama le guiño el ojo.
El sonrió. Cada vez que se sintiera frustrado, actuaria ahora con mas sabiduría y calma. Nada de golpear el pie o reclamar; una buena charla puede solucionar las cosas.
Mi oración: Señor, ayúdame a ser un niño sabio y charlar para explicar mis sentimientos.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Menores 2025.
“PALABRITAS DEL CORAZÓN”
Por: «SARAH SUZANE BERTOLLI & ROGERIO CHIMELLO »
Colaboradores: Liseth Orduz y Karla González