« Yo cuento con el Señor; sí, cuento con él. En su palabra he puesto mi esperanza». Salmo 130:5
Mandioca. Yuca. Aipim. Uaipi. Guacamote. ¿Qué nombre tiene esa raíz, muy común en Brasil, donde tú vives? A pesar de sus distintos nombres, muchas personas aprecian ese alimento único, lleno de nutrientes importantes para la salud.
Me gusta muchísimo la mandíoca, y me puse feliz cuando supe que en el terreno desocupado de al lado de la casa de unos amigos, ellos la plantarían. Lo que no sabía es cuánto trabajo da plantar. Rastrillo, hay que tener disposición y paciencia. Los alimentos no crecen automáticamente; hay que preparar la tierra, conocer cómo cultivar cada planta ¡y cuidarla!
Cuando pienso en los cuidados de una plantación, recuerdo el trabajo de los apóstoles. Ellos pasaron toda la vida «cultivando» la palabra de Jesús en el mundo. Fueron días, meses, años -es decir, muuuuu- cho tiempo- hablando a las personas del amor de Cristo.
Tú y yo debemos tener esa disposición para cultivar la palabra de Dios con nuestra familia y nuestros amigos.
Mi oración: Señor, yo quiero cultivar tu amor en el corazón de las personas que aún no te conocen.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Menores 2025.
“PALABRITAS DEL CORAZÓN”
Por: «SARAH SUZANE BERTOLLI & ROGERIO CHIMELLO »
Colaboradores: Liseth Orduz y Karla González
