«Por el gran amor del Señor no hemos sido consumidos, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!» (Lamentaciones 3:22-23).
Sumérgete en este pasaje de las Escrituras, que nos insta a recordar una verdad asombrosa acerca de nuestro Dios: su misericordia es nueva cada mañana. En momentos de dificultad y desánimo, esta promesa nos llena de esperanza y consuelo. Te comparto dos imágenes que pueden ayudarte a visualizar mejor la misericordia de Dios.
- Un paquete de regalo. Imagina que cada día recibes un regalo especial, uno que no mereces, pero que Dios te otorga con amor. Esa es la misericordia de Dios. Es un regalo que se renueva constantemente, sin importar cuántas veces fallemos.
- Un pizarrón milagroso. Imagina que tienes un pizarrón milagroso en tu habitación. Cada noche, antes de dormir, escribes en él todos tus errores y fracasos del día. Cuando despiertas por la mañana, todos esos errores han desaparecido, como si nunca hubieran existido. Así es como funciona la misericordia de Dios. No importa cuánto hayas fallado, su amor y perdón borran tus errores como si nunca hubieran ocurrido.
A veces, como adolescentes, cometemos errores, decimos cosas hirientes o tomamos decisiones equivocadas. Podríamos sentirnos desanimados, pero Lamentaciones 3:22-23 nos recuerda que no estamos solos. Dios está dispuesto a darnos una nueva oportunidad cada mañana.
Recuerda que la misericordia de Dios no tiene límites y su fidelidad es grande. Su amor por ti es inquebrantable. Cada día es una oportunidad para comenzar de nuevo con un corazón agradecido.
Oración: Querido Dios, gracias por tu misericordia que se renueva cada mañana.
Tomado de: Lecturas Devocionales de Adolescentes 2025
“MEGAVALIOSOS»
Por: Andrés J. Peralta
Colaboradores: Jhygceli Dávila y Adriana Jiménez