«Dijo entonces Adán: ¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Será llamada Mujer, porque del hombre fue tomada»» Génesis 2: 23, RV95
Despertar y ver a su lado a una especie tan hermosa que nunca antes había visto caminar por el huerto le pareció un sueño. Por fin había alguien que hablaba su mismo idioma y pronto Dios le comunicó que ella había sido formada de una de sus costillas. Después de ver con gozo el deseo cumplido de su corazón al tener una compañera, en cumplimiento con su tarea de poner nombres a las criaturas de la creación, Adán le puso por nombre «Mujer». Y la mujer había sido formada con un propósito especial.
En la actualidad, cuando nace una niña, hay gozo en el corazón de los padres igual que si fuera un varón, pero no siempre fue así. Antiguamente, los hombres deseaban que sus esposas les dieran varones para poder preservar su linaje. Los usos y costumbres de diversas civilizaciones daban a la mujer una consideración inferior a la de los hombres, por lo tanto, eran excluidas de ciertos lugares y sus derechos eran minimizados.
Hoy se celebra en muchos países del mundo el Día Internacional de la Mujer, en el que se reconoce y valora el arduo trabajo de personas que han ayudado a llegar a la igualdad de derechos y al desarrollo de las mujeres en los últimos cien años. Hoy, en gran parte del mundo, las mujeres gozamos de libertad y tenemos los mismos derechos que los hombres; sin embargo, las hijas de Dios no debemos perder de vista el objetivo por el cual fuimos creadas. Usa las puertas que se han abierto para el mundo femenino y, en cada lugar donde Dios te permita desarrollar tus habilidades, no pierdas la oportunidad de testificar del maravilloso amor del Dios creador. Ya que tenemos el privilegio de ser mujeres, pongamos nuestros dones al servicio de este mundo carente de valores y hagámosles ver a otras mujeres el valor que tienen. Así estaremos cumpliendo con el cometido de ser «ayuda idónea».
Cuenta la historia que, en 1930, un hombre dejó al morir 35,000 dólares para que se construyera una biblioteca cuya entrada estuviera prohibida a las mujeres. Pero nos dice también la historia que otro Hombre, al morir, dejó una incalculable fortuna para que se construyera una vida eterna y un lugar en el cielo en el cual las mujeres también podremos entrar. ¿No te parece maravilloso?
Posdata: Feliz de ser mujer.
Lecturas Devocionales para Damas 2025
“MÁS FELIZ EN CRISTO»
Por: Sayli Lucía Guardado Chan
Colaboradores: Milenia de la Rosa y Silvia García
