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Lee el texto de esta semana: Isaías 58

¿Qué satisface el alma?

Es posible tener todo lo que este mundo puede ofrecer y, sin embargo, vivir con la sensación de que nos falta algo. Es la crisis del éxito: alcanzar la cima de este mundo solo para darnos cuenta de que no satisface. Cuanto más asciende una persona en este mundo, más arde en su mente esta pregunta: «¿Y ahora qué?». Estas tres palabras pueden hacer que uno se sienta como la persona más vacía del mundo.

La comida puede llenar el estómago; el dinero puede pagar los gastos; la música puede satisfacer los oídos; el entretenimiento puede hacernos reír, pero ¿qué sentido tiene todo eso? Debajo de todo sigue habiendo un corazón agobiado por la tristeza (ver Proverbios 14: 13). Ninguna cantidad de música, fiestas, viajes o publicaciones en línea llenará el vacío interior. Solo Dios puede saciar el hambre del alma (ver Salmo 107: 9). Esto no quiere decir que Dios sea lo único que necesitamos (después de todo, también necesitamos comer, dormir y socializar); lo que significa es que Dios es nuestra necesidad más importante. También debemos reconocer que muchas personas tratan de llenar el vacío de sus corazones con rituales religiosos que no hacen nada para sanarlas. No son los rituales religiosos los que satisfacen el alma, sino una conexión viva con Dios.

Saber que necesitamos a Dios más que ninguna otra cosa lleva a algunas personas a abandonar ciertas formas de ayuda que son necesarias para la recuperación y la sanación. Es posible que en el estudio de esta semana te sorprenda la exhaustiva receta que ofrece la Biblia para la curación y la felicidad. Debería animarnos saber que Dios quiere que obtengamos toda la ayuda que necesitamos para tener éxito espiritual, mental y emocionalmente.

• Escribe lo que más te llame la atención de Isaías 58 usando la traducción que prefieras.
• Si tienes poco tiempo, escribe los versículos 10 y 11.
• También puedes reescribir el pasaje con tus propias palabras, o hacer un esquema o mapa mental del capítulo.