Lección E. Sabática 2025 Para el: 12 enero
Como vimos en una lección anterior, no hay nadie, incluso el peor pecador o malhechor, a quien Dios no ame. Puesto que Dios valora a las personas más de lo que podemos imaginar, le disgusta el pecado porque nos ama y sabe el daño que el pecado nos hace.
Lee Lucas 15: 11 al 32. ¿Qué revela la parábola del hijo pródigo acerca de la compasión y el amor de Dios? ¿Qué advertencia hace a quienes, como el otro hijo, permanecieron en casa?
En esta historia que cuenta Jesús, el hijo menor de un hombre pidió su herencia antes de tiempo, lo que implicó rechazar a su padre y su familia. El hijo pródigo dilapida su herencia y se ve reducido a la pobreza y al hambre, al punto de anhelar la comida con que alimenta a los cerdos puestos a su cuidado. Al darte cuenta de que los criados de su padre tienen comida en abundancia, decide volver a casa con la esperanza de convertirse en uno de ellos.
Lo que sigue es impactante. Algunos padres rechazarían a un hijo como ese. «Toma tu herencia y te fuiste lejos. Ya no hay aquí lugar para ti». Esa sería en verdad una actitud lógica. A los ojos de algunos padres, ese joven había ido demasiado lejos como para ser aceptado de nuevo en casa, especialmente como hijo.
Pero, en la parábola, el padre (que representa a Dios mismo) no reacciona así. Por el contrario, «cuando [el hijo pródigo] aún estaba lejos, lo vio su padre y fue movido a misericordia, y corrió y se echó sobre su cuello y lo besó» ( Luc. 15: 20 ). Aunque en aquellos tiempos se consideraba poco digno que el dueño de la casa fuera en busca de alguien, el padre, en su gran compasión, salió a buscar a su hijo. Incluso organizando una fiesta de bienvenida para él, lo cual representa la gran compasión de Dios por cada persona descarriada y el gozo que siente cuando aun una sola persona vuelve al hogar. ¡Qué hermosa imagen de Dios!
Resulta interesante la reacción del otro hijo. ¿Por qué fue una reacción tan humana, basada, al menos en parte, en la justicia, y también tan comprensible? Sin embargo, ¿qué nos enseña esa parte de la historia acerca de cómo los conceptos humanos de justicia no captan la profundidad del evangelio o del amor de Dios por nosotros?
Lección de Escuela Sabática para Adultos 2024.
1er. Trimestre 2025 «EL AMOR DE DIOS Y SU JUSTICIA»
Lección 3: «PARA DESAGRADAR A DIOS»
Colaboradores: Esmeralda Bermudes y Karla González
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