Lección de Univversitarios 2025 Para el: 13 enero
Fe y obediencia al siguiente nivel
Dios desea que tengamos la misma mentalidad que tuvo su Hijo. Jesús confió en su Padre y se aferró a su fe incluso en los momentos más oscuros. Este es el tipo de fe que necesitamos cuando seguimos el ejemplo de Jesús. Al igual que Jesús, podemos clamar: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Mateo 27: 46). Al igual que Jesús, podemos sentirnos abandonados por Dios e ignorados en lo que decimos, pero cuando no sentimos la seguridad de su amor, podemos optar por seguir creyendo. Esta es una fe que se eleva por encima de los sentimientos y se aferra a Dios a pesar de las circunstancias. Viviendo por fe como vivía Jesús, experimentaremos el poder de Dios para salvar (ver Romanos 1: 16). Con la fe divina morando en nosotros, podemos superar las mayores dificultades de la vida.
Cuando tengamos la mente de Cristo, la ley de Dios estará escrita en nuestros corazones y nos alegraremos de hacer su voluntad (ver Salmo 40: 8). La ley de Dios guio a Cristo y todo lo que hizo. Jesús no vino a deshacerse de la ley; vino a cumplir la ley mediante la obediencia y la sumisión perfectas (ver Mateo 5: 17). Romanos 8: 7 nos dice que somos inherentemente hostiles a Dios debido a nuestra naturaleza pecaminosa; no podemos someternos plenamente a su ley por nuestras propias fuerzas. Por lo tanto, recibir la mente de Cristo implica una reprogramación total de nuestras mentes para amar la ley de Dios en lugar de odiarla. Todos los que tienen la mente de Jesús experimentarán de primera mano la promesa del Nuevo Pacto: «Pondré mis leyes en su corazón, y las escribiré en su mente» (Hebreos 10: 16). Con la ley de Dios escrita en nuestros corazones, amaremos hacer la obra de Dios y obedeceremos sus instrucciones, tal como lo hizo Jesús.
El libro de Apocalipsis promete que cuando Jesús regrese, Dios todavía tendrá un pueblo en la tierra que guarde sus mandamientos y tenga la fe de Jesús (14: 12). Hasta el final, siempre habrá personas que revelen la mente de Cristo a través de la fe y la obediencia. Podemos caer en la tentación de pensar que la oferta de recibir la mente de Cristo es para personas mejores que nosotros, pero Cristo ofrece su mente a las personas más quebrantadas. Cualquiera de nosotros puede estar entre los hijos fieles de Dios, no por nuestra propia bondad, disciplina o inteligencia, sino porque Dios nos da la justicia de Cristo para cubrirnos, habitar en nosotros y fluir a través de nosotros.
Luego de haber repasado el texto que has copiado y resaltado:
¿A qué conclusiones especiales llegas?
¿Qué preguntas surgen?
¿Qué partes te parecen difíciles?
¿En qué se diferencia la mente de Cristo de la mente carnal? (Romanos 8: 7).
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2025.
1er trimestre 2025 «RENOVAR LA MENTE»
Lección 03 «RECIBIR LA MENTE DE CRISTO»
Colaboradores: Felipe Torres y Adriana Jiménez
Feb 15, 2025 0
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