Lección de Univversitarios 2025 Para el: 12 enero
Tener la mentalidad de Cristo
Tener la mente de Cristo es fundamental en nuestro caminar cristiano. El mundo sería un lugar mejor si más cristianos profesos mostraran de verdad la mente de Cristo en sus actitudes y pensamientos.
Pablo amonestó a los creyentes de todo el mundo: «Haya, pues, en vosotros este sentir» (Filipenses 2: 5, RV60). Esto requiere un consentimiento activo, es decir, permitir que así sea, no oponerse. Requiere una toma de decisión. Debemos elegir dejar que Dios haga lo que no podemos hacer por nosotros mismos. Dios nos guía en la dirección correcta, y entonces debemos pedirle que nos dé el poder necesario para seguirle. Dependemos enteramente de él en cada paso del camino. Como escribió Pablo, «Dios, según su bondadosa determinación, es quien hace nacer en ustedes los buenos deseos y quien los ayuda a llevarlos a cabo» (vers. 13).
Pablo escribió su Carta a los Filipenses desde la cárcel, un lugar donde su libertad y sus movimientos eran muy limitados. Si alguien tenía derecho a quejarse, ese era Pablo bajo la custodia de los romanos. Sin embargo, su carta pone de relieve la importancia de alegrarse incluso en las circunstancias más difíciles, lo cual, una vez más, requiere una toma de decisión. La fe de Pablo en la divina Providencia se mantuvo firme incluso en las condiciones más desalentadoras (ver Filipenses 1: 12-14).
En la iglesia de Filipos, había ciertas tensiones entre los miembros (ver Filipenses 4: 2). Tal vez tú sepas cómo es esto porque lo has visto en tu iglesia o en tu universidad. Así que Pablo les pidió: «Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa» (2: 2). Solo puede haber unidad de pensamiento si cada uno de los involucrados recibe la mente de Cristo. Esta unidad solo puede lograrse si dejamos a un lado nuestras ambiciones egoístas y el orgullo, y, con humildad, consideramos a los demás como más importantes que nosotros mismos (vers. 3). Los que tienen la mente de Cristo no se preocuparán solo por sus propios intereses, sino que tendrán en cuenta los intereses de los demás (vers. 4). Tener la mente de Cristo significa que debemos tener la misma actitud que Jesús tuvo y relacionarnos con los demás de la misma forma que él lo hizo. La Biblia expresa esta idea de manera más clara en la versión La Palabra de Dios para Todos, al decir con sencillez: «Piensen y actúen como Jesucristo. Esa es la “misma manera de pensar” que les estoy pidiendo que tengan» (vers. 5).
Dándonos ejemplo, Cristo renunció a su gloria y se rebajó hasta lo más profundo de este mundo pecador, haciéndose hombre, viviendo como siervo y muriendo en la cruz como un criminal (vers. 6-8). Jesucristo es el ejemplo supremo de amor y humildad. En él encontramos el modelo perfecto. Hoy, el reto que tú y yo tenemos es el de poseer la mentalidad humilde de Cristo y tratarnos con amabilidad y honor, valorándonos los unos a los otros, así como Dios nos valora.
Regresa al texto que has escrito o parafraseado. Analízalo directamente y reflexiona sobre su contenido con máximo detenimiento.
Memoriza tu versículo favorito de Filipenses 2: 1-11. Escríbelo varias veces a fin de que te sea más fácil recordarlo.
¿Cómo cambiaría tu forma de pensar si te acercaras más a la mentalidad de Cristo?
¿En qué cambiarían tus relaciones si tuvieras más de la mentalidad de Cristo?
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2025.
1er trimestre 2025 «RENOVAR LA MENTE»
Lección 03 «RECIBIR LA MENTE DE CRISTO»
Colaboradores: Felipe Torres y Adriana Jiménez
Feb 15, 2025 0
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