Las señales, las maravillas y los milagros no demuestran por sí mismos que algo provenga de Dios. Pero, por otro lado, cuando en verdad proceden de él, es peligroso rechazarlos.
Lee Juan 5:10 al 16. ¿Qué lecciones podemos extraer de la asombrosa dureza de corazón de los líderes religiosos con respecto a Jesús y al milagro que acababa de realizar?
Cuando Jesús se reveló al hombre que había sido sanado, este dijo inmediatamente a los líderes religiosos que había sido Jesús. Sin duda, esa era una ocasión para alabar a Dios, pero en lugar de ello, los líderes “perseguían a Jesús, y procuraban matarlo, porque hacía estas cosas en sábado” (Juan 5:16).
Las curaciones eran permitidas en sábado solo en casos de emergencia. Este hombre había estado incapacitado durante 38 años; por lo tanto, su curación no era una emergencia. Además, ¿qué necesidad había de que cargara con su lecho? Alguien con el poder de Dios para realizar tal milagro también sabía sin duda que no estaba permitido cargar una estera en el día de reposo. Claramente, Jesús estaba tratando de llevarlos a verdades bíblicas más profundas, más allá de las reglas y las regulaciones humanas que, en algunos casos, habían sofocado la verdadera fe.
¿Qué enseñan estos otros relatos acerca de cuán espiritualmente obcecadas pueden ser las personas a pesar de las evidencias? (Juan 9:1-16; Mar. 3:22, 23; Mat. 12:9-14).
¿Cómo podían estar tan ciegos estos líderes religiosos? La respuesta más probable es que ello se debía a sus corazones corruptos, a su falsa creencia de que el Mesías los libraría de Roma, y a su amor al poder y la falta de consagración a Dios. Todo esto contribuyó a que rechazaran la verdad que tenían delante.
Lee Juan 5:38 al 42. ¿Cuál fue la advertencia de Jesús? ¿Qué podemos aprender de estas palabras? Es decir, ¿qué puede haber en nosotros que nos impida percibir las verdades que necesitamos conocer y aplicar a nuestra vida?
Lección de Escuela Sabática para Adultos 2024. 4to. Trimestre 2024 « TEMAS EN EL EVANGELIO DE JUAN » Lección 01: «SEÑALES QUE INDICAN EL CAMINO» Colaboradores: Esmeralda Bermudes y Adriana Jiménez