IMPICATE
«Todo el cielo contempla con indignación a los seres humanos, obra de las manos de Dios, reducidos por sus semejantes a las mayores bajezas de la degradación y puestos al nivel de los seres irracionales. Personas que profesan seguir al amado Salvador, cuya compasión se despertó siempre que viera la desgracia humana, participan activamente en ese enorme y grave pecado: traficar con esclavos. […] La agonía humana es trasladada de lugar en lugar para ser comprada y vendida. Los ángeles han tomado nota de todo esto, y está escrito en el libro. Las lágrimas de los piadosos esclavos y esclavas, de padres, madres, hijos, hermanos y hermanas, todo esto está registrado en el cielo. Dios refrenará su ira solamente un poco más. Esa ira arde contra esta nación y especialmente contra las organizaciones religiosas que han sancionado este terrible tráfico y han participado ellas mismas en él. Esta injusticia, esta opresión, estos sufrimientos, son considerados con cruel indiferencia por muchos de los que profesan seguir al manso y humilde Jesús. Muchos de ellos pueden infligir, con odiosa satisfacción, toda esta indescriptible agonía; y sin embargo se atreven a adorar a Dios. Es una burla sangrienta. Satanás se regocija por ella y echa oprobio sobre Jesús y sus ángeles con motivo de tales inconsecuencias, y dice con placer infernal: “¡Estos son los que siguen a Cristo!”.
»Estos profesos cristianos leen lo referente a los sufrimientos de los mártires, y les corren lágrimas por las mejillas. Se asombran de que los hombres pudieran endurecerse al punto de practicar tales crueldades contra sus semejantes. Sin embargo, los que piensan y hablan así siguen al mismo tiempo manteniendo seres humanos en la esclavitud. Y no es esto todo, quebrantan los vínculos naturales y oprimen cruelmente a sus semejantes. Pueden infligir las torturas más inhumanas con la misma implacable crueldad que manifestaron los papistas y los paganos hacia los que seguían a Cristo. Dijo el ángel: “En el día en que se ejecute el juicio de Dios, la suerte de los paganos y de los papistas será más tolerable que la de estos hombres”. Los clamores de los oprimidos han llegado hasta el cielo, y los ángeles se quedan asombrados frente a los indecibles y agonizantes sufrimientos que el hombre, formado a la imagen de su Hacedor, inflige a sus semejantes».— Elena G. de White, Primeros escritos, cap. 64, pp. 328-330
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Lección de Universitarios 2024
1er Trimestre 2024 «JESÚS Y LA LIBERTAD»
Lección #10: «LA LUCHA CONTRA LA ESCLAVITUD
Colaboradores: Ana Arce & Mayra y Yuli Narvaez