Devocional Vespertino 2024 Para el: 13 enero
« Pregunta a las bestias o a las aves: ellas te pueden enseñar. También a la tierra y a los peces del mar puedes pedirles que te instruyan. ¿Hay alguien todavía que no sepa que Dios lo hizo todo con su mano?». Job 12: 7-9, DHH
Aunque la tierra estaba condenada por la maldición, la naturaleza debía seguir siendo el libro de texto de la humanidad. Ya la naturaleza no podía representar la bondad solamente, porque el mal estaba presente en todas partes y arruinaba la tierra, el mar y el aire con su contacto contaminador. […]
En las flores marchitadas, y en la caída de las hojas, Adán y su compañera vieron las primeras muestras de decadencia. Comprendieron vívidamente la dura realidad de que todo ser vivo tenía que morir. Hasta el aire, del cual dependía su vida, propagaba los gérmenes de la muerte. También les recordaba continuamente la pérdida de su dominio. Adán había sido rey de los seres inferiores, y mientras permaneció fiel a Dios, toda la naturaleza reconocía su gobierno, pero al haber pecado perdió su derecho al dominio. El espíritu de rebelión, al cual él mismo había dado entrada, se extendió a toda la creación animal. […]
Ahora bien, los seres humanos no fueron dejados solos ante los embates del mal que ellos mismos habían provocado. En la sentencia pronunciada contra Satanás se insinuó la redención […]. Esta sentencia fue una promesa para nuestros primeros padres. Antes de que oyeran hablar de los espinos y cardos, de la dureza del trabajo y del dolor que les tocaba en suerte, o del polvo al cual debían volver, escucharon palabras que no podían dejar de infundirles esperanza. Todo lo que perdieron al ceder a las insinuaciones de Satanás se iba a poder recuperar por medio de Cristo.— La educación, cap. 3, pp. 25, 26
Después de la transgresión de Adán, Dios pudo haber destruido cada pimpollo y cada flor, o pudo haberles quitado su fragancia, tan agradable a los sentidos. En la tierra seca y echada a perder por la maldición, en zarzas, cardos, espinas, y en la cizaña podemos leer la ley de la condenación; pero en el color delicado y el perfume de las flores, podemos conocer que Dios aún nos ama, que su misericordia no ha sido quitada por completo de la tierra. — Comentario bíblico adventista, t. 1, p. 1099.
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Devocional Vespertino para 2024.
«Conflicto y Valor»
Por: Elena G de White
Colaboradores: Ismael Sánchez y Silvia García
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