La Iglesia Adventista del Séptimo Día no se formó en un vacío. Antes de que surgiera, ya la Reforma Protestante había iniciado un largo proceso de redescubrimiento de la verdad que se perdió en la Edad Media. Este redescubrimiento gradual fue progresivo, y cuando la Reforma llegó a su fin, a finales del siglo XVIII, el epicentro de la innovación y el progreso cristianos se trasladó a Estados Unidos. En la década de 1830, estudiantes entusiastas de la Biblia de una gran variedad de iglesias cristianas comenzaron a reunirse en torno a la esperanza del segundo advenimiento de Jesús. Durante las décadas de 1840 y 1850, los pioneros adventistas hicieron avances doctrinales esenciales que dieron forma a nuestra historia y definieron nuestro mensaje. En aquella época, era un movimiento sostenido por algunas creencias compartidas y por una revista llamada The Advent Review and Sabbath Herald. Esta publicación, al comunicar las creencias y al conectar a los creyentes, proveyó un poco de liga para el incipiente movimiento.
La publicación era una parte integral del adventismo sabatista primitivo. Hizo que fuera indispensable tener una asociación legalmente organizada, porque las publicaciones tenían que estar vinculadas a una organización oficial, y la Iglesia necesitaba una manera de no registrar la propiedad a nombre de una persona individual. A medida que los primeros adventistas proclamaban diligentemente el mensaje y cumplían la misión que se les había encomendado, se dieron cuenta de que no podrían llevar a cabo lo que Dios les había encomendado sin organizarse. Poco a poco, se fueron dando pasos hacia la organización y la estructuración de sus publicaciones y congregaciones. Primero había que adoptar las creencias correctas, y luego establecer la estructura que facilitara la misión de compartir el mensaje con el mundo.
En 1861, las congregaciones adventistas de Míchigan se unieron para formar la primera Asociación. En los años siguientes, se formaron más Asociaciones estatales en Nueva York, Ohio, Wisconsin, Iowa y Minnesota. Fue en 1863, cuando las Asociaciones estatales se unieron para formar la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, organizando oficialmente la Iglesia en tres niveles: las iglesias locales, las Asociaciones y la Asociación General.
La estructura y la organización de la Iglesia Adventista se han ido desarrollando desde 1863, pero el propósito continúa siendo el mismo: difundir el mensaje del evangelio por todo el mundo. Esta semana examinaremos brevemente el propósito y la esencia de la iglesia de Dios en los últimos tiempos.
Copia de tu versión preferida de la Biblia Apocalipsis 12. Si no cuentas con mucho tiempo escribe una parte del texto principal. O si lo prefieres, puedes parafrasear el pasaje bíblico utilizando tus propias palabras, resumirlo o hacer un bosquejo.
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2023. 4to. trimestre 2023 LA HERENCIA ADVENTISTA Lección 6 «ORGANIZADOS PARA SERVIR» Colaboradores: Pr. Brayan R Cedillo & Magda Sanchez