En las profesiones comunes de la vida, hay muchos hombres que cumplen sus trabajos diarios inconscientes de que poseen facultades que, si fueran puestas en acción, los pondrían a la altura de los hombres más estimados del mundo. Se necesita el toque de una mano hábil para despertar estas facultades dormidas. A hombres tales llamó Jesús para que fueran sus colaboradores; y les dio las ventajas de estar asociados con él. Nunca tuvieron los grandes del mundo un maestro semejante. Cuando los discípulos terminaron su período de preparación con el Salvador, ya no eran ignorantes y sin cultura; habían llegado a ser como él en mente y carácter, y los hombres se dieron cuenta de que habían estado con Jesús.—El Deseado de Todas las Gentes, 215 (1898).
Necesidad de objetivos y blancos
Tenga un propósito en la vida mientras viva. Rodéese del resplandor del sol y no de las nubes. Trate de ser una flor fresca y hermosa en el jardín de Dios, para esparcir fragancia a su alrededor. Haga esto y no morirá ni un instante antes; por lo contrario, seguramente acortará sus días si cultiva su infelicidad y sus quejas, y si hace de sus dolores y sufrimientos el tema de su conversación.—The Review and Herald, junio de 1871.
Los propósitos definidos y altruistas nos llevan a la felicidad
He visto que quienes viven con un propósito, buscando beneficiar y bendecir a sus congéneres, y honrar y glorificar a su Redentor, son personas verdaderamente felices en la tierra; mientras que el hombre que es inquieto, que está descontento, que busca esto y prueba aquello, esperando encontrar felicidad, solo encuentra desengaño. Siempre está en necesidad, nunca está satisfecho, porque vive únicamente para él mismo. Que el blanco de ustedes sea hacer el bien y realizar su parte fielmente en la vida.—Nuestra Elevada Vocación, 244 (1872).
Desarrollar cada nervio
Debemos desarrollar todo nervio y músculo espirituales […]. Dios […] no desea que sigamos siendo novicios, sino que alcancemos el peldaño más alto de la escalera, y después pasemos de allí al reino de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.—Nuestra Elevada Vocación, 219 (1899).
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MENTE CARÁCTER Y PERSONALIDAD TOMO #2
SECCIÓN #17: PSICOLOGÍA PRÁCTICA
CAPÍTULO 89: INFLUENCIAS POSITIVAS DE LA MENTE
Por: Elena G De White
Colaboradores: Liseth Orduz & América Lara