Dar ánimo restaura el cuerpo y el alma
Háblenles a los que sufren acerca de un Salvador compasivo […]. Él mira con compasión a los que se consideran sin esperanza. Mientras el alma esté llena de miedo y terror, la mente no puede ver la tierna compasión de Cristo. Nuestros sanatorios deberían ser medios para brindar paz y reposo a las mentes perturbadas. Si pueden inspirar en el desanimado una fe esperanzada y salvadora, la alegría y la felicidad ocuparán el lugar del desánimo y la intranquilidad. Se producirán entonces cambios maravillosos en su condición física. Cristo restaurará el cuerpo y el alma, y al darse cuenta de su compasión y amor, descansarán en él. Él es la estrella resplandeciente de la mañana, que alumbra en medio de las tinieblas morales de este mundo pecaminoso y corrompido. Él es la luz del mundo, y todos los que le entreguen el corazón encontrarán paz, reposo y alegría.—Carta 115, 1905; Medical Ministry, 109, 110.
Los cristianos no son pasivos sino activos
Un cristiano saludable y en crecimiento no será un receptor pasivo entre sus compañeros. Debe dar tanto como recibir. Nuestras gracias aumentan mediante el ejercicio. La sociedad cristiana nos proporcionará aire puro para respirar, y al respirarlo debemos ser activos. La obra cristiana realizada, las simpatías, el ánimo y las instrucciones que demos a quienes lo necesitan; la abnegación, el amor, la paciencia y la fortaleza, crearán en nosotros fe, obediencia, esperanza y amor a Dios […].
Es esencial para los músculos y la fortaleza espiritual que el alma se ejercite. Debe desplegarse actividad espiritual y aprovechar todas las oportunidades para hacer el bien […]. Cuanto más fiel sea una persona en el cumplimiento de sus deberes cristianos, tanto más vigor desarrollará.—Nuestra Elevada Vocación, 262 (1882).
Sociabilidad que conduce a Cristo
Por medio de las relaciones sociales el cristianismo se revela al mundo. Todo hombre y mujer que han recibido la divina iluminación deben arrojar luz sobre el tenebroso sendero de aquellos que no conocen el mejor camino. La influencia social, santificada por el Espíritu de Cristo, debe servir para llevar almas al Salvador. Cristo no debe permanecer oculto en el corazón como tesoro codiciado, sagrado y dulce, para que de él goce solo su dueño. Cristo debe ser en nosotros una fuente de agua que brote para vida eterna y refrigere a todos los que se relacionen con nosotros.—El Ministerio de Curación, 396 (1905).
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MENTE CARÁCTER Y PERSONALIDAD TOMO #2
SECCIÓN #17: PSICOLOGÍA PRÁCTICA
CAPÍTULO 89: INFLUENCIAS POSITIVAS DE LA MENTE
Por: Elena G De White
Colaboradores: Liseth Orduz & América Lara