En nuestro trato con el prójimo tenemos que considerar que ellos tienen las mismas pasiones que nosotros, que sienten idénticas debilidades y sufren de iguales tentaciones. Ellos, como nosotros, tienen que luchar con la vida para mantener su integridad […]. La verdadera cortesía cristiana une y perfecciona; la justicia y la cortesía, la misericordia y el amor forman los sentimientos, dándole al carácter los toques más delicados y los encantos más agraciados.—Nuestra Elevada Vocación, 238 (1870).
No levantemos barreras
El Señor quiere que su pueblo siga métodos diferentes del de condenar lo malo, aun cuando la condenación sea justa. Él quiere que hagamos algo más que lanzar contra nuestros adversarios acusaciones que no hacen sino alejarlos más de la verdad. La obra queCristo vino a hacer en nuestro mundo no consistía en erigir vallas y echar constantemente en cara a la gente el hecho de que estaba equivocada. El que quiere llevar la luz a un pueblo engañado debe acercársele y trabajar por él con amor. Debe llegar a ser un centro de influencia santa.—Obreros Evangélicos, 386 (1915).
No seamos hipersensibles
Muchas personas tienen una sensibilidad aguda y no santificada que las mantiene constantemente alerta en busca de alguna palabra, mirada, o acción que puedan considerar como una falta de respeto y aprecio. Todo esto debe vencerse. Cada uno tiene que proseguir adelante en el temor de Dios, haciendo lo mejor que pueda sin ser perturbado por la alabanza ni ofendido por la censura, sirviendo a Dios fervientemente, y aprendiendo a interpretar en la forma más favorable todo lo que en los demás parezca ofensivo.—Nuestra Elevada Vocación, 242 (1887).
MENTE CARÁCTER Y PERSONALIDAD TOMO #2 SECCIÓN #17: PSICOLOGÍA PRÁCTICA CAPÍTULO 88: INFLUENCIAS NEGATIVAS SOBRE LA MENTE Por: Elena G De White Colaboradores: Liseth Orduz & América Lara