«Cuando los israelitas se establecieron en Canaán, reconocían los principios de la teocracia, y la nación prosperó mucho bajo el gobierno de Josué. […] Gradualmente perdió su reverencia hacia Dios, y dejó de apreciar el honor de ser su pueblo escogido. Atraído por la pompa y ostentación de los monarcas paganos, se cansó de su propia sencillez. Surgieron celos y envidias entre las tribus. […] Cuando dejaron de obedecer a la ley de Dios, desearon libertarse del gobierno de su Soberano divino; se generalizó por toda la tierra de Israel la exigencia de que se creara una monarquía» (Patriarcas y profetas, cap. 59, pp. 591-592).
APLÍCALO A TU VIDA
Martes
La sección Más Luz nos da una vislumbre del comentario inspirado sobre los textos en consideración. En este pasaje se usan unas palabras muy interesantes; celos y envidias son las primeras que nos saltan a la vista. ¿Tendrán estas palabras un significado en tu vida? ¿Alguna vez has pedido algo por celos y/o por envidia? ¿Han sido alguna vez el factor motivador para comprar algo, decir algo, o de mirar o actuar de tal o cual manera? Es un buen momento para pensar en qué nos motiva a hacer las cosas que hacemos. Generalmente hay un resultado negativo cuando hacemos las cosas por celos o envidia.