Echa tu carga sobre el Señor, y él te sostendrá. Jamás dejará caído al justo (Salmo 55:22, RVA15).
Un hombre entró desesperado a la sala de emergencia de un hospital y comenzó a pedir ayuda inmediata. Según él, necesitaba la atención de dos médicos: un especialista en ojos y un especialista en oídos. La enfermera que lo atendió le dijo que había allí un doctor que era especialista en las dos cosas, pero el hombre decía que necesitaba dos médicos especialistas, no uno. Inquieta por la insistencia del paciente, la enfermera le preguntó la razón de su inusual pedido. Entonces el hombre declaró: “Es que lo que veo con mis ojos es muy distinto a lo que escucho con mis oídos. Sé que algo no esta bien conmigo».*
Sí, hay ocasiones en que sentimos que nada es coherente en nuestro alrededor; que lo que la gente hace y lo que dice parece ir en vías contrarias, sin juntarse en ningún punto. Salomón, tras observar atentamente lo que ocurre debajo del sol, dijo: “He podido ver también que en este mundo hay corrupción y maldad donde debiera haber justicia y rectitud” (Eclesiastés 3:16, DHH). Más adelante volvió a resaltar lo contradictorio de nuestra existencia con estas palabras: ‘Dirigí luego mi atención a los actos de opresión que se cometen en este mundo. Y vi que los oprimidos lloran, pero no hay quien los consuele; sus opresores les hacen violencia, pero no hay quien los consuele” (Eclesiastés 4:1, DHH). Resulta innegable que nuestro mundo es un manojo de contradicciones.
Oímos las promesas que Dios tiene para nosotros, pero cuando miramos nuestro entorno parece mostrarnos una realidad ajena a lo que Dios ha dicho.
Pronto veremos el cumplimiento de las promesas divinas. Si, como el personaje del relato, quieres que haya coherencia en tu vida, lo que necesitas no es un médico especialista en vista u oído, sino aferrarme a esta promesa: “Encomienda al Señor tus afanes, y él te sostendrá; no permitirá que el justo caiga y quede abatido para siempre” (Salmo 55:22, NVI). Al gran Médico es a quien necesitas.
Aunque la maldad parece galopar rampante por esta tierra, los que creemos en el Señor no quedaremos derribados para siempre.
Hoy podemos estar en el suelo, sentir que la injusticia ha levantado su bandera de triunfo, Pero lo cierto es que Dios nos está sustentando y se acerca el día cuando nos levantará, y nuestros ojos contemplarán el cumplimiento de todo lo que hemos escuchado en su Palabra.
Edward M. Curtis, Ecclesiastes and Song of Songs, Teach and Text Commentary Series (Grand Rapids, Míchigan: Baker Books, 2013), p.39.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Adultos 2023 «YO ESTOY CONTIGO» Promesas Bíblicas para vivir confiado Por: VLADIMIR POLANCO Colaboradores: Silvia Garcia y Alexandra Pérez