Lee para el estudio de esta semana: Isaías 58: 1-14

El movimiento que había estado tan unido se dividió en varias facciones en los años que siguieron al Gran Chasco, y esto creó la necesidad de que los creyentes se reunieran de nuevo. Dios eligió usar la verdad doctrinal del sábado para unir a sus creyentes, impresionando a varias personas con esta preciosa verdad después que el chasco hubiera pasado. No podemos ignorar la influencia que tuvieron miembros de la Iglesia Bautista del Séptimo Día sobre el movimiento adventista. Un excelente ejemplo es Rachel Oakes Preston, quien compartió la verdad del sábado con el pastor Frederick Wheeler, después de un sermón que él predicó un domingo. Cuando el pastor Wheeler aceptó el mensaje del sábado, se formó una pequeña congregación de observadores del sábado en Washington, Nueva Hampshire, donde todavía está hoy activa la primera iglesia adventista observadora del sábado.

Thomas Preble, otro bautista influyente, fue el primer ministro adventista millerita que defendió el sábado por escrito. Lamentablemente, solo guardó el sábado durante tres años, pero su obra titulada A Tract Showing that the Seventh Day Should be Observed as the Shabbath, Instead of the First Day [Un tratado que demuestra que se debería observar el sábado como día de reposo, en lugar del domingo] tuvo un gran impacto. José Bates leyó este tratado, aceptó la verdad y, a principios de 1845, se convirtió en el defensor más importante del sábado. Bates escribió sus propios tratados sobre el sábado, que convencieron a Jaime y a Elena White de guardar el sábado también.

El tratado de Thomas Preble también llegó a la casa de un hombre llamado Lewis B. Stowell en Paris Hill, Maine. Él lo dejó a un lado sin leerlo, pero su hija Marian, de quince años, lo leyó y se convenció de la importancia de guardar el sábado. Ella lo compartió entonces con su hermano Lewis y más tarde con J. N. Andrews, que a la sazón también tenía quince años. Ambos jóvenes aceptaron las enseñanzas que ella les compartió.

Los orígenes de la observancia del sábado dentro del movimiento adventista fueron humildes y dispersos, pero tal vez eso sea lo que le da más poder. Dios usó a personas de trasfondos, ubicaciones geográficas y edades muy diferentes para iluminar una verdad fundamental: una verdad que definió el movimiento adventista y que, desde entonces, se ha extendido a todos los rincones del mundo.

Copia de tu versión preferida de la Biblia Isaías 58: 1 al 14. Si no cuentas con mucho tiempo, puedes copiar una parte del texto principal. También puedes parafrasear el pasaje bíblico utilizando tus propias palabras, resumirlo o hacer un bosquejo.