¿LO SABÍAS?

En el mundo antiguo los nombres eran muy significativos. A menudo el nombre de la persona captaba la singularidad de ese individuo. Este fue el caso de Gedeón cuyo nombre significa «picapedrero» o «gran guerrero». El nombre de Gedeón hace alusión a sus grandes conquistas de los madianitas. Hay otros ejemplos en las Escrituras donde hallamos gran significado en un nombre. Por ejemplo, «Pedro» significa «la roca». El nombre de «Jesús» es el equivalente griego de Josué que significa «Jehová salvará a su pueblo». El conocimiento del significado de los nombres esclarece nuestra comprensión de Colosenses 3: 17 donde se nos llama a hacer todo en el «nombre de Jesús». Es decir, siendo que el nombre conlleva la esencia más profunda de la persona, se nos llama a hacer todo en el mismo espíritu o carácter de Cristo.

APLÍCALA A TU VIDA

Viernes

Reflexiona en el siguiente párrafo de Elena G. de White: «El jefe a quien Dios había escogido para derrotar a los madianitas no ocupaba un puesto eminente en Israel. No era príncipe, ni sacerdote, ni levita. Se consideraba como el menor en la casa de su padre, pero Dios vio en él a un hombre valiente y sincero. No confiaba en sí mismo, y estaba dispuesto a seguir la dirección del Señor. Dios no escoge siempre, para su obra, a los hombres de talentos más destacados sino a los que mejor puede utilizar» (Patriarcas y profetas, p. 595). Si estuvieras completamente «dispuesto a seguir la dirección del Señor», ¿adónde crees que te podría conducir? ¿Cuál será el sueño más grandioso que tiene Dios para tu vida? ¿Qué impide que cumplas con ese sueño?

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