«¡No hay nada más bello ni más agradable que ver a los hermanos vivir juntos y en armonía!» Salmo 133:1, TLA
Cuando tratas mal a una persona, es semejante a cuando un plato se rompe, así como el que tiene mamá. Antes era un plato completo, ahora tiene varios trozos separados. ¿Puedes ayudar a mamá a pegar los pedazos rotos? Has podido unirlo todo de nuevo; ahora es un plato completo otra vez. Eso mismo sucede cuando le pides perdón a alguien: la persona a la que heriste vuelve a estar junto a ti otra vez.
Cuando Jacob engañó a Esaú, salió huyendo y se fue a vivir con su tío. Jacob reconoció que lo que había hecho estaba mal y se sintió triste porque no le pidió perdón a Esaú antes de irse. Jacob oró y le pidió perdón a Dios. y también le pidió que permitiera que su hermano lo perdonara.
Cuando Esaú vio a su hermano Jacob a la distancia, fue corriendo a abrazarlo. En ese momento Jacob le pidió perdón y Esaú lo perdonó. Ahora podían estar juntos. Fue una relación rota, como un plato roto, que se arreglaba otra vez, como un plato pegado.
¿Hay alguien a quien debes pedir perdón? No tengas miedo: Dios te ayudará a disculparte, cómo ayudó a Jacob. Así podrán estar juntos otra vez.
Querido Jesús, ayúdame a reconocer mis errores y a pedir perdón.
MATERIALES: Un plato roto y pegamento.
ACTIVIDAD: Comenten por qué es importante pedir perdón. Ora por la persona que has ofendido, y pídele que te perdone.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Preescolares 2023 «QUIERO SER COMO JESÚS» Por: DILEISI ALIMARIS PACHECO Colaboradores: Magda & Estrellita Hernández