«Cuando Jesús y sus discípulos llegaron a Cafarnaúm, los que cobraban el impuesto para el templo fueron a ver a Pedro, y le preguntaron:
“¿Tu maestro no paga el impuesto para el templo?”
»“Sí, lo paga”, contestó Pedro. Luego, al entrar Pedro en la casa, Jesús le habló primero, diciendo:
“¿Tú qué opinas, Simón? ¿A quiénes cobran impuestos y contribuciones los reyes de este mundo: a sus propios súbditos o a los extranjeros?”
»Pedro le contestó: “A los extranjeros”.
»Jesús añadió: “Así pues, los propios súbditos no tienen que pagar nada”».
(Mateo 17: 24-26)
«En aquella misma ocasión los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: “¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?”
»Jesús llamó entonces a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: “Les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es el que se humilla y se vuelve como este niño».
(Mateo 18: 1-4)
«La madre de los hijos de Zebedeo, junto con sus hijos, se acercó a Jesús y se arrodilló delante de él para pedirle un favor.
»Jesús le preguntó: “¿Qué quieres?”
»Ella le dijo: “Manda que en tu reino uno de mis hijos se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda”.
»Jesús contestó: “Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber el trago amargo que voy a beber yo?”
»Ellos dijeron: “Podemos”. »Jesús les respondió: “Ustedes beberán este trago amargo, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí darlo, sino que se les dará a aquellos para quienes mi Padre lo ha preparado”.
»Cuando los otros diez discípulos oyeron esto, se enojaron con los dos hermanos. Pero Jesús los llamó, y les dijo: “Como ustedes saben, entre los paganos los jefes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás; y el que entre ustedes quiera ser el primero, deberá ser su esclavo. Porque, del mismo modo, el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por una multitud”».
(Mateo 20: 20-28)
APLÍCALO A TU VIDA
Domingo
Lee el comentario del El Deseado de todas las gentes, capítulo 60: «El plan y fundamento de la salvación es el amor. En el reino de Cristo los mayores son los que siguen el ejemplo dado por él y actúan como pastores de su rebaño» (p. 504).
Lee 1 Juan 3:11, 16 y conéctalo con esta cita. Luego, medita en las cualidades de un buen pastor, y pídele a Dios que te ayude a ser así.