DIOS DA EL MANÁ
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR:
“Ustedes comerán hasta saciarse […] y alabarán el nombre del Señor” (Joel 2:26, NVI).
MENSAJE:
Agradecemos a Dios por darnos buena comida
REFERENCIAS:
Éxodo 16:1-5, 14-26; Patriarcas y Profetas, Cap. 26, Pp. 268-270.
¿Dónde consigues tu comida? ¿En una tienda? ¿En una huerta? Dios dio a los israelitas un alimento desconocido.
Cuando los israelitas habían estado viajando en el desierto durante varias semanas, la comida que habían traído de Egipto casi se había agotado. Ellos empezaron a preocuparse por la comida. En el desierto no se cultivaba nada. En lugar de confiar en Dios, empezaron de nuevo a quejarse y a murmurar.
Dios sabía que tenían hambre. Sabía que necesitaban comida saludable. Así que le dijo a Moisés que les enviaría pan del cielo.
A la mañana siguiente, delgadas tortas de pan descansaban sobre el terreno alrededor del campamento. Los israelitas nunca habían visto nada parecido. “¿Qué es esto?” se preguntaron unos a otros. Por todo el campamento se podía escuchar a la gente preguntando: “¿Qué es esto?” —Es el pan que el Señor les ha dado para comer —dijo Moisés—.
Prueben y coman. ¡Este alimento especial se parecía a galletas con miel! La gente lo llamó maná, que significa “¿Qué es esto?”.
Luego Moisés les dijo:
—Cada mañana encontrarán maná en el campo. Recójanlo temprano y junten suficiente para cada día. No guarden para el día siguiente.
Pero algunas personas no escucharon a Moisés. Trataron de guardar algo del maná para el siguiente día. A la mañana siguiente, su maná se había echado a perder y olía mal. Algunas personas eran perezosas y no recogieron suficiente para todo el día. El sol salió y derritió el maná, y esas personas pasaron hambre hasta el día siguiente.
El viernes Moisés le dijo al pueblo que recogiera suficiente maná para dos días, porque Dios no enviaría maná el sábado. Pero algunas personas no escucharon a Moisés. Otras noches el maná se había malogrado, pensaron que también se echaría a perder el viernes de noche. Pero no fue así, y el sábado no apareció maná en el campo.
Al final de la primera semana, todos sabían que debían seguir las indicaciones de Dios. Cada mañana recogían maná para tener todo el alimento que necesitaban para comer durante el día. Y todos los viernes recogían suficiente para dos días. Cuando los israelitas seguían las instrucciones de Dios, tenían comida fresca cada día. Dios atendió todas sus necesidades.
Dios nos da también nuestra comida. Puede ser que no nos envíe maná del cielo, no importa cómo llegue nuestra comida, es porque Dios provee para nuestras necesidades. ¡Alabemos a Dios por nuestra comida!
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Lección de Escuela Sabática para JARDÍN DE INFANTES
3er Trimestre 2023
Lección #12: «DIOS DA EL MANÁ»
Colaboradores: Adriana Jiménez & Wilber Valero
