Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. JUAN 8:44
En la década de 1820, el Estado hindú de Kolhapur fue aterrorizado por una viciosa banda de ladrones. El rajá, que era el gobernante de Kolhapur, no podía detenerlos. Esta era una época depoderosos maharajaes quienes se vestían con sedas exquisitas y se rodeaban de oro y gemas. El rajá tenía muchos recursos a su disposición, así que aumentó el tamaño de su ejército personal. Seleccionó cuidadosamente a los guardias que lo rodearían a él y a sus objetos valiosos. Pero la banda de ladrones seguía robando sus tesoros y saqueando por todos lados.
La palabra del rajá era ley en la tierra, y algunas veces él gritaba lleno de rabia. “ Debemos detener a estos diablos! Quiero que apresen a su líder, que lo maten, y que lo hagan ahora!” Pero nunca nadie apresó at famoso villano.
La banda continuó robando y matando durante el resto de la vida del rajá. Y eso era porque el rajá de Kolhapur estaba jugando dos papeles opuestos Durante el día él era el soberano protector, que representaba la ley y el orden. Por la noche, él era el líder de esta banda de ladrones sanguinarios. Saqueaba a su propio reino y se enriquecía a sí mismo.
Qué descripción apropiada para el padre de toda mentira. Satanás es un engañador. Miles de años atrás, en las cortes del cielo, él habló en tonos amables y tiernos, y engaño a los Ángeles. Disfrazó su verdadero propósito,ocultando su egoísmo al pretender hacer el bien. Satanás usó la misma estrategia con Eva en el Edén. Una vez más escondió su verdadero propósito. Él ha usado las mismas tácticas generación tras generación, enmascarando el mal como si fuera el bien.
La verdad es como una lámpara que pone al descubierto sus malignasintenciones. David oro: “Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre” (Sal. 40:11). El Espíritu Santo se llama “el Espíritu de verdad” Juan 16: 13). Cuando estudiamos la Palabra de Dios con un corazón sincero, el Espíritu Santo impresiona sus verdades en nuestras mentes.
La única forma en que podemos librarnos de los engaños mortales de Satanás es ser sensibles a la dirección del Espíritu. Dios nos invita a someter nuestras mentes a su Palabra y nuestros corazones a su voluntad, y a rendirnos a la dirección del Espíritu Santo. Entonces, y solo entonces, estaremos seguros.