“Los guiará a fuentes de agua viva” (Apocalipsis 7:17, NVI).
MENSAJE:
Agradecemos a Dios por darnos el agua
REFERENCIAS:
Éxodo 15:22-25; Patriarcas y Profetas, Cap. 26, Pp. 263-266.
¿Alguna vez has estado sediento? ¿Realmente muy, muy sediento? Los hijos de Israel pensaron que iban a morir de sed.
Los israelitas se alegraron cuando la columna de nube los guio fuera de Egipto y de su vida de esclavitud. La siguieron mientras cruzaron el Mar Rojo y entraron al desierto.
Pero después de tres días de caminar en el desierto, el agua que habían traído de Egipto se acabó. Los niños estaban sedientos. Los adultos estaban sedientos. Los animales estaban sedientos. Todos en el campamento estaban muy, pero muy sedientos.
La nube los guio hacia un lugar llamado Mara. Moisés había sido pastor en el desierto durante 40 años, y conocía bien el área. Moisés sabía que había agua en Mara, pero también sabía que no era buena, la gente no podría beberla. De hecho, la palabra Mara significa “amargo”. Algo que es amargo tiene sabor feo.
Pero la gente no sabía eso, y tan pronto como divisaron el agua, se entusiasmaron.
—¡Agua! ¡Agua! ¡Hay agua más adelante! —gritaron. Algunos del pueblo se adelantaron corriendo hacia el agua, sin embargo, cuando la probaron su felicidad se convirtió en frustración. Ahora la gente sentía aún más sed que antes de haber visto el agua amarga. Empezaron a murmurar y a quejarse contra Moisés.
Moisés sabía que Dios no iba a abandonar a su pueblo. Él sabía que Dios atendería sus necesidades. Así que Moisés oró pidiendo ayuda, y Dios le dijo qué hacer. Le dijo a Moisés que buscara un trozo de madera y que echara la madera en el agua. Moisés hizo como Dios había dicho, y el agua se volvió dulce.
Una vez más la gente se abalanzó al agua. Esta vez no se decepcionaron. Tomaron toda el agua fresca y rica que querían. Dios había obrado un milagro para atender sus necesidades, incluyendo su gran necesidad de agua en el desierto. Y agradecieron y alabaron a Dios por cuidar de ellos.
Dios atiende nuestras necesidades, así como hizo con los israelitas. Él se asegura de que tengamos agua y alimento y un lugar seguro para dormir. Nos da nuestras familias y amigos y aire para respirar. No siempre podemos conseguir todo lo que queremos, pero Dios se asegura de que tengamos lo que necesitamos. Agradezcamos a Dios por atender nuestras necesidades.
Lección de Escuela Sabática para JARDÍN DE INFANTES 3er Trimestre 2023 Lección #11: «DE AGUA AMARGA A DULCE» Colaboradores: Adriana Jiménez & Wilber Valero