CUANDO TODO ESTÁ EN SU CONTRA (TERCERA PARTE)
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas Cristo en mí. GÁL 2:20
Dudley tenía demasiadas cosas en su contra Su padre abandonó a su familia cuando Él tenía seis años y su madre tuvo que conseguir trabajo en una fábrica de materiales para uso militar. Al poco tiempo ella se casó con un hombre que tenía arranques de ira. Dudley nunca olvidará las fuertes discusiones que escuchó una noche, el sonido de un golpe y los sollozos de su madre.
Finalmente, Dudley se fue a vivir con su abuela. Pero ella no podía con él tampoco. En desesperación, lo matriculó en una academia militar. Antes del año ya lo habían expulsado.
Un fin de semana Dudley se fue a dar vueltas por la base aérea New Castle y pudo ver por primera y de cerca de un avión, un avión de combate Mustang. Dudley’ quedó hipnotizado. Un ex piloto de combate le brindó su amistad. El capitán James Shotwell parecía sentir cuán perdido y confundido estaba el muchacho. Tuvieron largas charlas al lado del ala de un Mustang. Una vez, cuando el muchacho quería dejar la escuela, el capitán le dijo: Dud, tu me haces recordar a un gorrión ciego. Sabe cómo volar, pero no lo hace, porque no puede ver… Tú tienes las herramientas adecuadas, ¡úsalas! No importa lo que hagas en la vida, necesitas desarrollar un sentido de dirección”.
Un día Dudley recibió una noticia terrible. James Shotwell había muerto. Había perdido uno de los motores mientras retornaba a la base aérea luego de un vuelo de práctica. Shotwell pudo haber salido del avión para salvarse personalmente, pero el avión estaba cayendo sobre un área muy poblada. Shotwell permaneció en el avión, y lo desvió lejos de las casas, hasta que fue demasiado tarde para que él se salvara.
Por primera vez Dudley se dio cuenta de lo que el capitán Shotwell significaba para él. Las palabras de Shotwell sobre el gorrión ciego le venían a la mente vez tras vez.
La actitud negativa de Dudley dio paso a una profunda fe en Dios. Su vida entera dio un giro porque alguien a quien él amaba había hecho el supremo sacrificio.
El sacrificio y la muerte de Cristo nos dan un nuevo punto de partida. En la cruz podemos comenzar de nuevo. Somos bendecidos “con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efe. 1 :3). Nosotros que estábamos muertos en.. . [nuestros] delitos y pecados” ahora tenemos vida (Efe. 2:1).
Muestra identidad está fundida en Cristo. Cuando Él fue clavado en la cruz todo nuestro pasado disfuncional quedó allí clavado también. Pablo triunfalmente declara: ‘Con Cristo estoy juntamente crucificado’ (Gál 2: 20).
Todas sus cicatrices, todos sus errores, toda la culpa, todo el fracaso, desaparecen en cristo. Cuando todo esté en nuestra contra, podemos comenzar de nuevo al pie de la cruz.
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Por: MARK FINLEY
Colaboradores: Familia Mariscal
