Se me indicó que el pasaje de (Colosenses 2:8) se aplicaba especialmente al espiritismo moderno: “Mirad que nadie os engañe por filosofías y huecas sutilezas basadas en las tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según Cristo”. Me fue mostrado que miles de personas, afectadas por la filosofía de la frenología y el magnetismo animal, han sido impulsadas a la incredulidad. Si la mente se encamina en esa dirección, es casi seguro que perderá su equilibrio y quedará dominada por un demonio. “Huecas sutilezas” llenan la mente de los pobres mortales. Se creen poseedores de un poder capaz de realizar grandes obras, y no sienten la necesidad de un poder superior. Sus principios y su fe son “conforme a los elementos del mundo, y no según Cristo”. Jesús no les ha enseñado esta filosofía. Nada de esta índole puede hallarse en sus enseñanzas. Él no dirigió la mente de los pobres mortales a sí mismos, como si poseyesen algún poder. Siempre la dirigía hacia Dios, el creador del universo, como fuente de su fortaleza y sabiduría. En el versículo 18 se da una amonestación especial: “Que nadie os prive de vuestro premio haciendo alarde de humildad y de dar culto a los ángeles (metiéndose en lo que no ha visto) hinchado de vanidad por su propia mente carnal”. —Joyas de los Testimonios 1:96 (1862).
¿Responsable solo ante sí mismo?
[Esta teoría] ha hecho morir y está haciendo morir a miles de personas por la satisfacción de las pasiones, embruteciendo así la naturaleza humana. Y para completar su obra, declara por intermedio de los espíritus, que “el verdadero conocimiento coloca a los hombres por encima de toda ley”; que “cualquier cosa es buena”; que “Dios no condena”; y que “todos los pecados que se cometen no envuelven culpabilidad alguna”.
Cuando la gente es inducida así a creer que el deseo es ley suprema, que la libertad es licencia y que el hombre únicamente es responsable ante sí mismo, ¿quién puede admirarse de que la corrupción y la depravación abunden por todas partes? Las multitudes aceptan con avidez las enseñanzas que les dan libertad para obedecer los impulsos carnales. Se da rienda suelta a la lujuria y el hombre pierde el imperio sobre sí mismo; las facultades del espíritu y del alma son sometidas a los más bestiales apetitos, y Satanás prende alegremente en sus redes a millares de personas que profesan ser discípulos de Cristo. —Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 611, 612 (1911).
MENTE CARÁCTER Y PERSONALIDAD TOMO #2 SECCIÓN #15: FALSOS SISTEMAS DE CURACIÓN Capítulo 80: LA CIENCIA SATÁNICA DE LA EXALTACIÓN PROPIA Por: Elena G De White Colaboradores: Liseth Orduz & América Lara