Anota las palabras de tu versículo para memorizar, cada una en una tira de papel. (No olvides la referencia bíblica.) Pega las tiras una con otra para formar una cadena de papel. Usa la cadena para enseñarle a tu familia el versículo durante el culto familiar. Pide a Jesús que te dé a ti y a tu familia el valor de hablarles a otras personas acerca de él.