«No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias». Filipenses 4:6, PVC
NO ES LA VOLUNTAD DE Dios que sus hijos estén abrumados por preocupaciones. Pero nuestro Señor no nos engaña. No nos dice: «No temas, que no hay peligro en tu camino». Él sabe que hay pruebas y peligros, y no trata de ocultarlos. No se propone sacar a su pueblo de un mundo de pecado y maldad, pero les señala un refugio seguro. […]
¿Cómo podemos permanecer en la duda, preguntándonos si Jesús nos ama, pecadores como somos, y llenos de flaquezas? Él se entregó por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificarnos como pueblo suyo peculiar, celoso de buenas obras. Vino al mundo en forma de hombre para familiarizarse con las aflicciones y las tentaciones que asedian la senda humana, y para saber cómo ayudar al cansado con su ofrecimiento de descanso y paz. Pero miles y miles rehúsan su ayuda, y únicamente se aferran con más firmeza de sus preocupaciones. Él va junto a los afligidos, y les ofrece aliviar su aflicción y curar su angustia. […] A los desilusionados, los incrédulos y los desventurados les ofrece contentamiento mientras les señala las mansiones que está preparando para ellos. […] Jesús, nuestro amado Salvador, debe ocupar el primer lugar en nuestros pensamientos y afectos, y debemos depender de él con toda confianza. […]
Cada día debemos enfrentar pruebas y tentaciones con el poder de Jesús. Si fallamos un día, aumentamos la carga del siguiente y tenemos menos fuerza. No debemos empañar el futuro por nuestro descuido en el presente; pero realizando cuidadosamente los deberes de hoy debemos prepararnos para hacer frente a las emergencias del mañana.
Hemos de cultivar un espíritu alegre. […] Contemplemos el lado resplandeciente de la vida y mostrémonos esperanzados, llenos de amor y buenas obras, regocijándonos en el Señor siempre. «Que la paz de Cristo reine en sus corazones […]. Y sean agradecidos» (Col. 3: 15, DHH).— The Review and Herald, 3 de febrero de 1885.