«También escribió allí sobre las piedras una copia de la ley de Moisés, la cual escribió delante de los hijos de Israel. Y todo Israel, con sus ancianos, oficiales y jueces, estaba de pie a uno y otro lado del arca, en presencia de los sacerdotes levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, así los extranjeros como los naturales. La mitad de ellos estaba hacia el monte Gerizim, y la otra mitad hacia el monte Ebal, de la manera que Moisés, siervo de Jehová, lo había mandado antes, para que bendijesen primeramente al pueblo de Israel» (Josué 8: 32, 33).
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Lunes
Lee el Texto clave de esta semana. Nos dice que Josué copió la ley de Moisés en las tablas de piedra a la vista del pueblo. ¿Te imaginas cuánto se tardó en hacerlo? No conocemos toda la logística sobre la escritura de la ley, pero Deuteronomio 27: 1-8 nos dice un poco. Abajo, escribe lo que Josué tuvo que hacer para obedecer las indicaciones de Moisés. ¿Qué crees que habría sucedido si Josué hubiera tomado atajos, para crear el monumento lo más barato y rápido posible? ¿Qué actitud debemos asumir cuando hacemos las cosas para Dios?