Simón Pedro le respondió: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6:68, LBLA).
¿Cómo es posible que la Biblia siga siendo el libro más vendido? La Palabra de Dios ocupa la lista de las obras más solicitadas, incluso en países donde existe una gran hostilidad contra el cristianismo. La distribución de la Biblia ha aumentado considerablemente durante los últimos años en Siria, Irak, Egipto,India y Nigeria. Según las Sociedades Bíblicas Unidas, el mayor aumento ocurrió en Siria, un país devastado por una guerra que parece no tener fin. ¿Por qué en una nación como Siria la gente tiene hambre de leer la Palabra de Dios? Mike Bassous, Secretario General de la Sociedad Bíblica del Líbano, ofrece una respuesta acertada a esta pregunta: «Los cristianos en Siria se encuentran bajo una enorme presión y tienen una gran necesidad de aliento”.
Los creyentes sirios han recibido aliento al confiar en promesas como las siguientes:
“Pero los que confían en el Señor tendrán siempre nuevas fuerzas y podrán volar como las águilas” (Isaías 40:31, DHH).
“Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, yo he vencido al mundo» (Juan 16:33, RVC).
¿Alguno de nosotros necesita aliento? Pues sigamos el ejemplo de los sirios y aferrémonos a la esperanza que nos ofrecen las decenas de promesas registradas en las Sagradas Escrituras. Un estudio patrocinado por la Universidad de Colorado y dirigido por Marsha Wiggins puso de manifiesto que las personas que estudian la Biblia son menos propensas a la depresión y al consumo de sustancias tóxica. Una investigación similar llevada a cabo por la Universidad Duke, reveló que los que estudian la Palabra de Dios viven más que quienes no lo hacen.* Estas son algunas de las ventajas que la lectura de la Biblia le ofrece a la gente del siglo XXI.
Gabriela Mistral, la ganadora del Premio Nobel de Literatura de 1945, declaró:
«No comprendo cómo alguien puede vivir sin ella sin que empobrezca, ni cómo puede ser fuerte sin esa sustancia, ni dulce sin esa miel”. A diferencia de cualquier otro libro, cuyo mensaje queda en desuso con el paso del tiempo, la Biblia tiene un mensaje imperecedero. En ella encontramos palabras que harán mejores nuestras vidas, pero también «palabras que dan vida eterna» (Juan 6:68, TLA). Y esta última constituye la mayor de las ventajas.
Julian Melgosa, The Benefits of Belief(Boise, Idaho: Pacific Press, 2013),p. 40.