«Esta muchachita dijo a su ama: “Si mi amo fuera a ver al profeta que está en Samaria, quedaría curado de su lepra”» (2 Reyes 5:3).
La historia de Naamán está enmarcada por la conducta de los siervos, sin ellos, el milagro no se hubiera concretado. AI principio (vers. 2), la Biblia destaca a una muchachita de quien no sabemos su nombre, solo nos da la razón de su estancia en ese lugar: era sirvienta de la esposa de Naamán. Llegó a ese lugar como prisionera de guerra. Razón suficiente para que otra persona se hubiera amargado su existencia, o simplemente se hubiera agradado de la enfermedad de Naamán. La reacción de la joven tiene mucho que enseñamos, pues aun siendo cautiva, sirvienta, extranjera y mujer (con todas las desventajas sociales que eso implicaba), tuvo la disposición de compartir la clave para que su amo sanara. Su actitud demuestra que ella procedía de un hogar lleno de fe, en donde le habían enseñado a amar a Dios bajo cualquier circunstancia y en cualquier lugar. Había aprendido que el amor de Dios no depende de que siempre nos vaya bien en todo lo que emprendemos ni está sujeto a las circunstancias.
Aunque esta muchachita estaba del lado de los conquistados, sabía que Dios no había sido conquistado ni su poder se había limitado. Por su parte, Naamán reaccionó con fe. Sin importarle que era él quien estaba acostumbrado a dar las órdenes siempre, ahora estuvo dispuesto a escuchar y obedecer la voz de una jovencita inexperta y cautiva.
Más adelante, cuando Naamán se enojó por la extraña orden del profeta de enviarlo a sumergirse al río, y cuando estaba listo a regresar a su lugar de origen, sus siervos razonaron con él con base en la lógica: «Sus criados se acercaron a él y le dijeron: “Señor, si el profeta le hubiera mandado hacer algo difícil, ¿no lo habría hecho usted? Pues con mayor razón si solo le ha dicho que se lave usted y quedará limpio”» (vers. 13). Naamán atendió al razonamiento y el milagro se concretó.
El ejemplo de estos siervos nos enseña que siempre podemos influir para bien no importa la posición que desempeñemos. Sobre todo, recordar que debemos estar dispuestos a servir a Dios al señalarle a la gente a Jesús como la solución a nuestros problemas. Así como estos siervos de quienes no sabemos ni sus nombres, pero sí el efecto de su influencia, lo importante no es que te vean a ti sino que la gente vea a Jesús.
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2023. “SIGUIENDO LAS HUELLAS DE LOS GRANDES PERSONAJES DE LA BIBLIA” Por: «CÉSAR SÁNCHEZ MURILLO» Colaboradores: Karla González & Sebastian Rondon