«Mientras ellos iban caminando y hablando, de pronto apareció un carro de fuego, con caballos también de fuego, que los separó, y Elías subió al cielo en un torbellino» (2 Reyes 2:11).
La experiencia espiritual de Enoc se repitió con Elías. Ambos son los únicos personajes que ascendieron al cielo sin morir. Elías caminó con Dios y desarrolló un fiel ministerio que impactó a los idólatras, advirtió a la nación e inspiró a Eliseo, su sucesor. Aun cuando en su experiencia llegó a tener altibajos Dios le tuvo paciencia y Elías respondió favorablemente a la gracia divina. La característica primordial de este profeta fue que a pesar de coincidir con una generación idólatra, él no se conformó con seguir a la mayoría, sino que permitió que Dios los transformara día a día. «Elías» significa «el Señor es mi Dios», y siempre vivió esa realidad.
Asimismo, Elías se distinguió por tener temor de Dios; por lo tanto, le pesaba la indiferencia e ingratitud del pueblo. Él lo dijo así. «»He sentido mucho celo por ti, Señor, Dios todopoderoso, porque los israelitas han abandonado tu alianza y derrumbado tus altares, y a filo de espada han matado a tus profetas”» (1 Reyes 19:10). En el tiempo oportuno, Dios consideró trasladarlo al cielo de manera espectacular: mediante un carro de fuego con caballos también de fuego. El único testigo del majestuoso evento fue Eliseo, que ocupó su lugar. ¡Qué satisfacción para Elías llegar al reino de los cielos! Mirar cara a cara a su Señor que lo protegió, lo sostuvo y le dio valor para enfrentar la adversidad en Israel.
Posteriormente, cuando Jesús en esta tierra enfrentaba el rechazo de la mayoría de su propio pueblo, ya no con la idolatría a Baal, sino con el legalismo que caracterizaba a muchos; cuando Jesús estaba por enfrentar su mayor prueba en la cruz, entonces Elías (junto a Moisés) apareció en escena en el monte de la transfiguración para alentarlo. Elías sabía lo que significaba sentirse solo y que todo un ejército lo buscara para matarlo. Entendía a Jesús por experiencia personal. Tenía mucho que decirle (Mateo 17:3).
Hoy, lo importante para ti es que la experiencia de Elías en el cielo puede ser la tuya también. No importa tus debilidades, Dios puede perdonarte y fortalecerte. Elías no era una persona exclusiva o con algún poder ajeno a nosotros, Santiago escribió respecto a él: «Era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras» (5:17, RV 1995).
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2023. “SIGUIENDO LAS HUELLAS DE LOS GRANDES PERSONAJES DE LA BIBLIA” Por: «CÉSAR SÁNCHEZ MURILLO» Colaboradores: Karla González & Sebastian Rondon