«Asa invocó al Señor su Dios, diciendo: “Señor, para ti es igual ayudar al fuerte que al débil. Por tanto, ¡ayúdanos, Señor y Dios nuestro, ya que confiamos en ti, y en tu nombre hemos venido contra este ejército! Tú, Señor, eres nuestro Dios. ¡Muestra que nadie puede oponerte resistencia!”» (2 Crónicas 14:11).
La mayor parte del reinado de Asa hubo paz en la nación. Durante ese tiempo el rey aprovechó para fortificar algunas ciudades y fortalecer su ejército, su armamento y su estrategia militar (vers.7-8). Pronto, un personaje llamado Zera, etíope, vio con recelo la fortaleza de Judá y salió dispuesto a atacarlos con un ejército más numeroso (un millón de combatientes) más del doble de Judá; y con mejor armamento (trescientos carros), Judá no tenía carros. En ese momento es que Asa elevó la oración que aparece en el versículo de hoy. Asa quería que el nombre de Dios fuera glorificado, su oración fue genuina. Él conocía la historia de Israel, sin duda, recordó las palabras de Jonatán cuando aseguró a su ayudante: «Anda, vamos al otro lado […] Quizás el Señor haga algo por nosotros, ya que para él no es difícil darnos la victoria con mucha gente o con poca”» (1 Samuel 14:6).
Dios respondió a esa oración al punto que la Biblia menciona que no quedó ninguno de sus enemigos con vida (vers.13). Desde luego, quedó claro para el pueblo que el crédito era absolutamente de Dios en esa contundente victoria.
Poco tiempo después, para librar al pueblo de la tentación de atribuirse la gloria del triunfo, olvidarse de Dios y dejar de depender de él, el Señor envió a un profeta de nombre Azarías con el siguiente mensaje para el rey y en consecuencia para todo el pueblo: «Salió al encuentro de Asa para decirle: “¡Escúchenme tú, Asa, y todos los de Judá y Benjamín! El Señor está con ustedes, si ustedes están con él. Si ustedes lo buscan, lo encontrarán; pero si lo abandonan, él también los abandonará”» (15: 2). El propósito del mensaje era evitar que el pueblo cayera en la trampa del orgullo y la autosuficiencia. Tanto el rey como el pueblo se conservaron humildes y dependiendo de Dios. La Biblia califica a Asa como un buen rey. Además, el botín de la guerra fue llevado al templo en reconocimiento a la intervención divina (2 Crónicas 15:18).
¿Te está yendo bien hoy? ¿Gozas de bendiciones y prosperidad? Reconoce a Dios porque es él quien se manifiesta en tu vida cada día.
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2023. “SIGUIENDO LAS HUELLAS DE LOS GRANDES PERSONAJES DE LA BIBLIA” Por: «CÉSAR SÁNCHEZ MURILLO» Colaboradores: Karla González & Sebastian Rondon