Rodeados por prácticas e influencias paganas, los creyentes de Colosas estaban en peligro de ser inducidos a dejar la sencillez del evangelio, y Pablo, amonestándoles contra eso, les señaló a Cristo como el único guía seguro…
“Y esto digo, para que nadie os engañe con palabras persuasivas… Por tanto de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él: arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis aprendido, creciendo en ella con hacimiento de gracias. Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según Cristo: porque en él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente: y en él estáis cumplidos, el cual es la cabeza de todo principado y potestad» (Los hechos de los apóstoles p. 377).
Andar en la luz significa ser decidido, pensar, ejercer fuerza de voluntad, en un ferviente intento de representar a Cristo en la dulzura de su carácter. Significa apartar toda lobreguez. No debéis descansar satisfechos diciendo solamente: «Soy un hijo de Dios». ¿Estáis contemplando a Jesús, y al contemplarlo, os estáis transformando a su semejanza? Caminar en la luz significa avanzar en el desarrollo de los dones espirituales…
Cuando la luz del cielo resplandece sobre el instrumento humano, su rostro expresará la alegría del Señor que mora en su alma. Es la ausencia de Cristo en el alma la que hace que la gente se entristezca y albergue dudas en su mente. Es la carencia de Cristo lo que entristece el rostro y hace de la vida un peregrinaje de suspiros. La alegría es la clave de la Palabra de Dios para todos los que la reciben. ¿Por qué? Porque tienen la luz de la vida. La luz da alegría y regocijo, y este último se maní fiesta en la vida y el carácter (Hijos e hijas de Dios, p. 202).
Andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. Efesios 5:2.
Esta es la oblación de una vida ofrendada en nuestro favor, para que seamos Lodo lo que él desea que lleguemos a ser: representantes de él, revelando la fragancia de su carácter, sus propios pensamientos puros, sus atributos divinos tal como se manifiestan en su vida humana santificada, a fin de que otros puedan observarlo en su forma humana y… sean inducidos a desear ser semejantes a Cristo (La maravillosa gracia de Dios, p. 174).
Notas de Elena G. White para la Escuela Sabática 2023.
3er. Trimestre 2023 «EFESIOS»
Lección 9: «ANDEN COMO SABIOS»
Colaboradores: Ana Hironymus & Esther Jiménez