La ofrenda por la culpa también se conocía como ofrenda por la transgresión, porque el individuo había transgredido los derechos de Dios o los derechos de las personas con las que se relacionaba. Este sacrificio en particular era por los pecados cometidos, ya sea contra Dios, al violar cosas sagradas como el diezmo y las ofrendas; o contra alguien, a través del robo, la mentira, el engaño y la violencia.
Este sacrificio era único porque no solo proporcionaba expiación por pecados intencionales, sino que también requería que el pecador hiciera restitución. De hecho, la restitución debía efectuarse antes de que se sacrificara la ofrenda por la transgresión y el pecador recibiera el perdón divino. Lamentablemente, esta condición del Antiguo y del Nuevo Testamento para el perdón de los pecados y la correcta relación con Dios es prácticamente ignorada hoy en día.
La ofrenda por la culpa nos muestra que los pecados no solo hieren a Dios y requieren la sangre de Jesús para ser expiados y perdonados, sino que también hieren a los que nos rodean (Lev. 5: 6-7). La verdad es que no hay esperanza para ninguno de nosotros si Dios no nos perdona por nuestros pecados intencionales, ya que muchos de nuestros pecados son cometidos intencionalmente. O bien sabemos que lo que estamos haciendo viola la Palabra de Dios, o bien deberíamos haberlo sabido, pero en lugar de ello elegimos desatender su Palabra y negar nuestra conciencia moral. Afortunadamente, la ofrenda por la culpa o la transgresión señala el perdón que Jesús proporcionó en el Calvario por el pecado cometido intencionalmente, así como por el pecado no intencional.
Todos los aspectos de la ofrenda por la culpa señalan a Jesús:
Él es el Carnero «sin ningún defecto» cuyo valor se calcula en plata (Lev. 5: 15).
Él es el Sacerdote que cubre nuestros pecados con su sangre y nos da el perdón (Lev. 5: 16; 7: 7).
Jesús es la ofrenda «santísima» (Lev. 7: 1), el que fue sacrificado por todos nosotros (Lev. 7: 2).
Él es el alimento espiritual de nuestra alma (Lev. 7: 6).
Estos son solo algunos de los muchos detalles utilizados para describir la ofrenda por la culpa que claramente señalan a Jesús, quien se convirtió en nuestro holocausto, ofrenda de paz, ofrenda de comunión, ofrenda de grano y ofrenda por la culpa. ¡Qué maravilloso Salvador!
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¿Cómo podemos superar los sentimientos de incomodidad que acompañan a la restitución con aquellos a quienes hemos agraviado?
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2023. 3er. trimestre 2023 LA RESTITUCIÓN Lección 6 «EL PERDÓN» Colaboradores: Pr. Brayan R Cedillo & Magda Sanchez